José Mota

«La pandemia del egoísmo supera a la Covid»

Dice que dar una palabra y mantenerla a los cinco minutos le parece ya «un fenómeno paranormal»

Entrevista con José Mota, actor y humorista
Entrevista con José Mota, actor y humoristaCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

La primera vez que José Mota puso un pie en Madrid fue en 1979, con 14 años. Recuerda que se quedó con su padre en una pensión en el Paseo Reina Victoria y la ciudad que había imaginado desde Montiel (Ciudad Real), «coincidió con lo que era». «Me encantó la movida cultural que estaba efervesciendo». Ahora, su Madrid es «el de casi todos, abierto, cálido. El que jamás te pregunta de dónde eres; si acaso te dice: ¿Ya te vas?».

Aunque en su profesión logre multiplicarse en un sinfín de personajes, para sus hijos solo es «papá». Trabajar con el pequeño José, –hizo de Toto en el especial de fin de año– asegura que «ha sido el regalo más bonito de toda mi carrera».

Siempre desea lo mejor para los demás, y actúa en consecuencia.

–¿En qué le ha cambiado la pandemia?

Nos ha permitido a muchos escuchar lo que dice el silencio y el valor del paréntesis que se ha producido de cara al ¿puedo intentar ser un poquito mejor? Hay una pandemia que supera la de la covid: la del egoísmo. He pensado con insistencia sobre lo mucho que necesitamos unos de otros y pensar en uno mismo es egoísta y poco inteligente.

–Si tuviera que ponerse debajo de una de las máscaras de «Mask Singer», ¿cuál sería?

–Una donde no haya que mostrar demasiado las canillas, porque me delatarían. Me gustaría la de un lirón careto, con grandes orejas.

–¿Cree que la vieja del visillo está pluriempleada?

–La curiosidad es algo que el ser humano necesita para su desarrollo. Pero, cuando te preocupa más la vida del de enfrente que la tuya propia, puede ser enfermizo. La curiosidad es lo que ha despertado muchos de los grandes hallazgos en la ciencia, la que le llevará al ser humano a Marte... En Wall Street también existe, es la vieja del estor, solo cambian los muebles.

–¿Qué le pondría a investigar?

–La corrupción, ese misterio de qué le lleva a la gente a hurtar. Nunca he logrado entender la avaricia desmedida y luego caminar como si nada.

–¿La abuela Blasa debería ser diputada?

–Me encantaría escucharla en la tribuna. Es una pena, creo que en la política se ha perdido mucho sentido común. La edad, en muchos casos, va acompañada de mucha sabiduría y eso deberíamos de aprovecharlo en beneficio de la sociedad.

–¿Qué considera ahora un fenómeno paranormal?

–Dar una palabra y mantenerla cinco minutos después; me parece que es un fenómeno paranormal.

–¿Hay prohibidos en el humor?

–No he tenido problemas a la hora de hacer lo que he considerado siempre. Se puede hacer denuncia social sin agredir gratuitamente a nadie. A mí no me apetece cuestionar el lado personal de ningún individuo. Que cada uno sea coherente con lo que hace.

–¿Es más difícil ahora detectar las sonrisas?

–Creo que la gente está deseando abrazar la comedia, el humor porque la comedia, la risa, la sonrisa, por encima de cualquier cosas, nos hacen libres.

–¿La siguiente fase que está por venir es la zombie?

–¿No será que hemos visto demasiadas pelis? Quiero pensar que dentro de no mucho abrazaremos la normalidad y que nos quedemos en el recuerdo de lo que aquí ha pasado. Estamos más preocupados en el tener que en el ser, ojalá nos haga reflexionar.