Crisis naranja
Las presiones en Ciudadanos para la moción contra Ayuso: “Firma ahora; si no, estás fuera de la Asamblea”
Sergio Brabezo, uno de los dos diputados regionales que abandonan Cs, relata a LA RAZÓN lo ocurrido el pasado 10 de marzo
La ruptura del matrimonio entre PP y Cs en el Gobierno regional comienza a cobrarse víctimas. De momento, todas en la formación naranja. Dos de sus diputados, en la Asamblea, Sergio Brabezo y Marta Marbán, compartieron ayer sendas cartas en Twitter en las que, además de mostrar su desafección con el rumbo tomado por el partido, anunciaban su adiós definitivo.
«Si hubiera visto un cambio radical, un reconocimiento de que se habían cometido errores estratégicos, un mensaje de ’'vamos a cambiar’'... quizá no hubiera dado este paso», afirma Brabezo en conversación con LA RAZÓN. El ahora ex diputado se refiere a la Ejecutiva de Cs del pasado lunes, presidida por Inés Arrimadas, en la que no se mencionó ni una sola vez lo ocurrido el pasado 10 de marzo en Murcia. «Hasta ahora no había hablado con nadie ni me manifesté en redes. Desde aquel día, he estado muy pendiente de lo que ocurría en Cs para ver si todo esto se resolvía. Lo dejé reposar. Pero al final ha sido insalvable», afirma. «He tomado la decisión más dura. Ciudadanos formaba parte de mí, me he dejado la piel por el partido. Siento que Cs me ha abandonado a mí y de mala manera. La sensación es de tristeza, pero también con punto de felicidad por poder decir lo que ha ocurrido», añade.
En su misiva, el antes diputado se refiere de forma explícita a las «presiones» que sufrió aquella mañana en la Asamblea. «Al enterarme por la mañana de lo ocurrido en Murcia, pensé que era lo último que nos faltaba. Llevábamos mucho tiempo estirando el chicle para, ahora, presentar una moción de censura en otra comunidad. Y me temí que algo similar podía ocurrir en la Comunidad de Madrid», relata. Como el resto de los diputados de Cs, Brabezo fue citado en la Asamblea para «discutir sobre todo lo que había ocurrido». Fue ahí cuando vieron a representantes de Más Madrid y PSOE intentando registrar mociones, si bien ya constaba la disolución del Gobierno regional. Una vez dentro de las oficinas de su grupo parlamentario, asegura, le pusieron en frente un papel: «Firma aquí y y firma ya», le dijeron. Según Brabezo, cuando preguntó qué era aquel documento para el que exigían su rúbrica, le respondieron una frase «que no voy a olvidar nunca»: «Firma aquí si te quieres quedar cuatro meses más en la Asamblea de Madrid». El ex diputado confirma que se trataba de una moción de censura contra el Gobierno de Ayuso en la que se proponía a Ignacio Aguado como presidente autonómico. Una situación, por otro lado, que negó el portavoz de Cs, Edmundo Bal,
«No me parece una frase propia de un partido político de centro. Más bien, propia de un partido extremista», afirma Brabezo, que se negaba a «depender» a partir de ese momento de partidos como Más Madrid y Unidas Podemos. Todo ello, sin olvidar la deriva que, en su opinión, ha tomado el partido en los últimos meses, convertido en «los costaleros del sanchismo» y, por ende, de Bildu y de ERC. Sin embargo, «el problema no es solo estratégico, ya que tiene su origen en el abandono de los principios y valores fundacionales».
En su misiva, Brabezo también pone en cuestión el liderazgo de Ignacio Aguado. En la carta censura los «insultos personales» que éste dedicó a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, una «compañera de Gobierno». «Con todo lo que ha ocurrido, no me parece ahora mismo la mismo la persona correcta para encabezar cualquier tipo de proyecto político», asegura a este diario.
Una «voz en el desierto»
«No me identifico con lo que está pasando dentro de Cs y lo que no se comprende, no se defiende. Así que he llegado hasta aquí. Ha sido maravilloso pero no continuo», ha afirmado en su perfil de Twitter Marta Barbán. La ex diputada afirma que sus ideas dentro del partido eran como una voz «predicando en el desierto». «No han aceptado ni una pequeña representación de un pensamiento diferente dentro de Ciudadanos, unas voces distintas, unos cambios necesarios y constructivos», añadía.
Barbán alude también a «decisiones erróneas», como la adoptada en Murcia; los «ataques personales», que «no son dignos de un partido centrado y moderado», y la irrupción en campaña de Pablo Iglesias, «un peligro que necesita en frente candidatos serios y que generen confianza en los madrileños».
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