Madrid quería ganar tiempo con la vacunación y evitar lo que ocurrió con los EPIS durante los peores momentos de la pandemia después de comprobar que las vacunas no llegaban al ritmo prometido. Por eso, y “ante la inoperancia del Gobierno de Pedro Sánchez”, los representantes de la Consejería de Sanidad madrileña no dudaron en sondear canales de compra de la vacuna rusa Sputnik para Madrid y para toda España cuando la firma que produce la vacuna les convocó a una reunión el 11 de febrero pasado, aseguran fuentes de la Consejería de Sanidad.

Ese día los representantes de la Administración madrileña escucharon atentamente los planteamientos que les hicieron los representantes de Sputnik. Ya estaba previsto que se produjera en Galicia, pero “querían conocer de primera mano la situación de vacunación a nivel nacional y autonómico”.

No fue la única reunión. Después, la Consejería de Sanidad ha mantenido otras dos más con otros representantes de la vacuna rusa “para explorar el mercado internacional y tener todas las posibilidades abiertas en el futuro en la lucha contra la pandemia, siempre dentro del marco nacional de vacunación”, aseguran las mismas fuentes.

De hecho, Madrid pretendía liderar un preacuerdo de compra que beneficiara a todo el sistema nacional de Salud “en condiciones equitativas para todos los españoles”. En definitiva, “se trataba de ganar tiempo de negociación y tenerlo todo listo a la espera de su aprobación por la EMA”, aseguran desde el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero.

Lo que desconoce Madrid es si realmente el Gobierno central mantuvo algún tipo de contacto con los representantes de la vacuna rusa antes o después que ellos.

El mismo consejero madrileño ha asegurado que “mi obligación es explorar todas las vías posibles para ganar tiempo en una negociación para toda Españaen un contexto de alta demanda de vacunas, igual que se hizo con los EPIS ante la inoperancia del Gobierno”, ha explicado a través de las redes sociales. Lo ha hecho después de recibir críticas del PSOE de querer buscar un acuerdo por su cuenta y salirse del marco nacional y europeo de vacunación.