Sucesos

Botellones en Madrid: más «duros» y sin policías suficientes

Los infractores se resisten más a la autoridad, dentro de un fenómeno que creció en septiembre. El Consistorio reclama más agentes

Cientos de jóvenes se concentran haciendo botellón en Madrid
Cientos de jóvenes se concentran haciendo botellón en MadridEUROPA PRESSLa Razón

La alerta policial estaba prevista para la noche del sábado. Pero no en el Parque de Berlín. El operativo tenía como objetivo evitar una «macrosangriada» que se celebraría en Ciudad Universitaria. No en vano, así había ocurrido justo el fin de semana anterior, cuando cerca de 25.000 jóvenes se habían reunido en los campus de Moncloa tras «quedar» a través de Whatsapp. El resultado: este pasado fin de semana no hubo ningún «botellón» en Ciudad Universitaria... porque se acabó celebrando en el parque de Berlín, en el distrito de Chamartín.

En resumen, a las autoridades les resulta complicado atar en corto al «botellón», sobre todo teniendo en cuenta la falta de operativos para cubrir las necesidades de una ciudad de más de tres millones de habitantes y, a su vez, la espontaneidad de estas congregaciones. De hecho, durante este fin de semana, la Policía Municipal tenía varios dispositivos sobre la mesa: partidos de fútbol en Vallecas y el Bernabéu, apertura de El Rastro, clausura de la Feria del Libro, el Maratón de Madrid...

Incremento estabilizado

Lo cierto es que, durante este fin de semana, el balance de sanciones por «botellón» por parte de la Policía Municipal de Madrid es inferior respecto al anterior. Se interpusieron un total de 513 multas por consumo de alcohol en la vía pública, casi doscientos menos. Con todo, ¿está regresando con fuerza un fenómeno desterrado durante el confinamiento pero que lleva más de dos décadas de práctica en la capital?

Si bien los agentes tuvieron un verano tranquilo en lo que a consumo callejero de alcohol se refiere, en septiembre percibieron un incremento. Eso sí, señalan también que las multas se mantienen a un ritmo similar durante este mes y que el ascenso no es progresivo. Además, han notado mayor resistencia de los asistentes a la hora de retirarse cuando irrumpe la Policía. En todo caso, sin comparación con lo que ha sucedido recientemente en Barcelona. En todo caso, durante el macrobotellón del Parque de Berlín hubo que lamentar un herido: un joven de 19 años que recibió una puñalada en el costado izquierdo y que se encuentra grave. Los presuntos agresores, de edades comprendidas entre los 18 y los 23 años, fueron detenidos.

La vicealcaldesa, Begoña Villacís, afirmó ayer que el Consistorio «hace todo lo posible», si bien la ciudad «no cuenta con los medios suficientes para aislarla entera» y evitar «botellones de 12.000 personas». Y es que, bajo este problema subyace otro que el Ayuntamiento de Madrid no deja de recordar: la capital no puede contratar a más agentes. Se lo impide la tasa de reposición impuesta por el Gobierno central. Se da la circunstancia de que los cinco grupos municipales, firmantes de los Acuerdos de la Villa, acordaron solicitar al Ejecutivo de Pedro Sánchez la eliminación de dicha tasa en los efectivos de seguridad y emergencias. Una iniciativa que permitiría al Ayuntamiento la dotación suficiente de recursos materiales y humanos. De este modo, se conseguiría un aumento de los efectivos en cinco años hasta llegar a los 7.000 policías y los 1.700 bomberos.

Sin embargo, a día de hoy, y pese a las reiteradas peticiones por parte del Ayuntamiento, la Policía Municipal contabiliza 5.600 agentes. Teniendo en cuenta que, a lo largo del fin de semana, hubo 700 policías que trabajaron para evitar los «botellones» en Madrid, desde los mandos policiales se considera un porcentaje elevado con respecto al total de la plantilla.

Tal y como recordó en una reciente entrevista con LA RAZÓN la delegada del Área de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, la precariedad de la situación ha llevado a tener que abonar este año «65 millones de euros entre productividad y horas extraordinarias». «Llegamos a tener una plantilla de más de 7.000 agentes; ahora son 5.600. No es sostenible en el tiempo. Pero el Gobierno sigue sin permitirnos ampliar esa plantilla», aseguraba Sanz a este diario.

Zonas conflictivas

Además del Parque de Berlín o Ciudad Universitaria, cada distrito cuenta con áreas muy concretas en las que la «fiesta» parece no acabarse nunca. Usera, una de las zonas más afectadas, cuenta con el Parque de Pradolongo. Además del ruido, los vecinos han denunciado peleas, así como toda la basura, en forma de vasos y botellas vacías, que se acumula en esta zona verde. De hecho, se trata de una de las áreas en las que el Ayuntamiento ha intensificado los controles «anti-botellón» en el último año.

En lo que respecta a Centro, uno de los lugares habituales es la Plaza del Dos de mayo, en pleno corazón de Malasaña. Se trata de un problema tristemente cronificado para unos vecinos que, periódicamente, exigen más controles en la zona.

Sin salir de Centro, la plaza Barceló, la del Rey (en la calle Barquillo) y la de Santa Ana constituyen otros de los puntos rojos de la capital durante los fines de semana. A estos habría que añadir el Parque del Casino de La Reina, en el barrio de Lavapiés.

Moncloa-Aravaca es otro de los distritos más concurridos. Al menos por número de puntos. Muchos de ellos corresponde a una «ruta» próxima a los colegios mayores. Los parques de la calle Juan XXIII, así como las calles Beatriz de Bobadilla y Rector Royo Villanova conformarían este «triángulo del botellón» en Moncloa.

Las inmediaciones del Anatómico Forense, Madrid Río o el parking del Wanda Metropolitano, en San Blas-Canillejas son otras de las zonas a evitar durante los fines de semana.