Vacaciones de verano en la montaña a 1.377km de Madrid

Poco después de la Segunda Guerra Mundial, el grupo de resorts Club Med fue fundado en 1950 por Gerard Blitz y Gilbert Trigano, quienes inventaron el concepto de club de vacaciones con “todo incluido”, seña de identidad de la casa (añadiendo entretenimiento especialmente para los niños con la incorporación del Mini Club en 1967). Gracias al apoyo de su accionista Fosun Tourism Group y a la aplicación de la estrategia “Upscale, Global and Happy Digital”, Club Med es hoy el líder mundial de las vacaciones premium en resorts, operando en cerca de 70 resorts, de los cuales el 80% de la capacidad está clasificada como Premium y Club Med Exclusive Collection. Está presente en 32 países de todo el mundo y representa a 110 nacionalidades. “La mayoría de la gente estaba traumatizada por el desastre, las graves crisis y las consecuencias económicas y sociales que la guerra dejó. Era necesario poder reconectar con uno mismo y sus familias, saber estar de vacaciones, encontrar la paz”, explica la directora de Club Med en el sur de Europa, Rabeea Ansari.

En sus inicios se marcó una de las cicatrices que formaría parte de la filosofía de los resorts: el concepto de asociación. “Primeramente crearon una asociación, no una empresa, donde reunían a gente de diferentes lugares para compartir tiempo, mesa y actividades deportivas”, comenta Ansari. España tiene una conexión especial con estos resorts, pues fue el primer país donde se asentó una colonia de tiendas de campaña de bajo precio en la isla de Mallorca. Según la directora, siempre ha estado presente una “atmosfera friendly”, es decir, grupos que tenían intereses similares y se organizaba para disfrutar en comunidad. Y añade: “Las mesas estaban hechas para ocho personas. La gente se sentaba con desconocidos pero que, después, podrían acabar siendo grandes compañeros”.

Con los años la empresa ha ido creciendo y ampliando sus servicios, por ejemplo, con sus amplia y variada comida buffet, planes deportivos como esquí, senderismo, ciclismo, numerosas experiencias que también se ofrecen “a la carta” de carácter acuático (wakeboard, rafting, barranquismo, hidrospeed...), terrestre (golf, equitación), en el aire (parapente) o en el medio (escalada, vía ferrata). Es cierto que, además de contar con espacios interiores como gimnasios (con posibilidad de clases dirigidas como yoga, pilates, o les mills), spa, piscinas y zonas de ocio, Club Med apuesta por los planes al aire fresco alejados de la polución y por la conexión del hombre y la naturaleza; ya sea en invierno esquiando o en verano haciendo rafting. De hecho, Club Med verifica que la montaña también es posible en verano y son eminencia en los Alpes franceses (Grand Massif Samoëns Morillon, Peisey Vallandry, Valmorel, Les Arcs Panorama, La Rosière)

2004 fue un año decisivo para la empresa, pues fue cuando empezó a ofrecer una estancia de cuatro estrellas en adelante, hasta entonces era de dos o tres. “Poco a poco fuimos distinguiéndonos y moviéndonos en cuatro estrellas”, cuenta Rabeea Ansari. Esto no hubiera sido posible si no se hubieran mantenido fieles a sus principios. Apoyan el comercio de cercanía con productos locales, en su staff convergen personas de todas las nacionalidades e idiomas, pero sin renunciar a los nativos y residentes de la zona cercana al resort, y sostenibilidad (cuentan con certificado BREEAM, Green Globe, etiqueta ATR y programa EcoLeader de TripAdvisor).

En Club Med se puede desconectar y también reconectar; hay espacio para todos: niños, mayores y adolescentes. Y nadie interrumpe: ni la estación del año, ni las horas del reloj, ni la falta de quehaceres para los más aventureros o la relajación más absoluta para los que llegan fatigados de rutina y trabajo. “Todo está cubierto, tú solo disfruta”, anima su excelente personal.