Ayuso promete imponer el silencio positivo en los trámites de la Administración si no se cumplen los plazos

Uno de los mayores quebraderos de cabeza para los ciudadanos, los emprendedores y las empresas tiene que ver con la interlocución que han de mantener con la administración para todo tipo de trámites. Con plazos que, en muchas ocasiones, son poco compatibles con los ritmos y las necesidades de la iniciativa privada. En este contexto, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP el próximo 28 de mayo en las elecciones autonómicas, Isabel Díaz Ayuso, puso ayer encima de la mesa una propuesta orientada a minimizar estas disfunciones: se implantará, si renueva la confianza de los madrileños en las elecciones del próximo día 28, el silencio positivo cuando la Administración no atienda a los tiempos establecidos a la hora de gestionar los trámites de los ciudadanos.

Realizó este anuncio durante su participación en un acto de precampaña en Torrejón de Ardoz. Según Ayuso, el programa con el que su formación concurrirá a los comicios autonómicos incluirá un apartado con el compromiso de que la Administración cumpla los plazos con el ciudadano y si no, se le dará por sentado el silencio positivo: «Tiene que haber burocracia, pero tiene que ser ágil, cercana y facilitar la vida a los demás».

Según explicó la presidenta, el objetivo de esta propuesta es evitar que el ciudadano pierda tiempo: «No es de recibo que tantas familias y tantos autónomos, que tantos ciudadanos vean cómo los trámites administrativos tardan meses e incluso años en ejecutarse». Lo que se plantea es que la nueva regulación vincule a todos los organismos locales y regionales para que cumplan con los plazos para resolver los expedientes a su cargo siempre que sea posible y, en el caso de no hacerlo, el silencio será favorable a la persona que ha solicitado el trámite.

En paralelo a ello, se pondrá en marcha un sistema de sanciones para los organismos que incumplan reiteradamente. A juicio de Ayuso, es un «abuso y un exceso de autoridad» que los ciudadanos se vean atrapados por los plazos de la administración, «como lo son los impuestos excesivamente altos cuando son confiscatorios o el exceso de burocracia».

La vivienda de Yolanda Díaz

Al margen de este anuncio, Ayuso criticó la hipocresía del Gobierno de Pedro Sánchez y de los partidos de izquierdas respecto a sus propuestas en materia de Vivienda. Ironizó con la paradoja que se da entre las viviendas de algunas dirigentes políticas –como la vicepresidenta Yolanda Díaz y la líder de Más Madrid, Mónica García– y las recetas que plantean en este terreno, a menudo vinculadas con la expropiación y el cobro de impuestos a las casas vacías: «Podemos quiere expropiar casas de los bancos si llevan vacías un tiempo determinado, lo que sus señorías digan que para eso dictan ellos y plantean una tasa para las viviendas inhabilitadas. Esto quiere decir que van a intervenir la vivienda cuando quieran, incluida la del ministro de Sanidad, que hemos conocido que cuando llegó al cargo se acababa de comprar seis meses antes una vivienda pero ha decidido utilizar la del Ministerio de Sanidad sin necesitarlo. Que tenga cuidado que se la pueden expropiar sus propios compañeros de gobierno». Ayuso aseguró defender que «el resto de los ciudadanos vivan como los líderes de la izquierda». Y puso como ejemplo la situación de la vicepresidenta Díaz, «con una casa de 443 metros cuadrados pagados por todos o como la líder de Más Madrid que cada vez que le das a actualizar a la página aparecen tantos pisos como los que promete Sánchez en su haber». Y concluyó: «Yo no lo critico, porque no promuevo la cultura de la envidia, sino la de la propiedad y el trabajo. Por tanto, quiero que a todo el mundo le vaya como a los líderes de la izquierda, esa es una de mis máximas en esta Legislatura».