Política

Ferraz, sin solución para el «avispero» del PSOE-M

Moncloa cree que la solución pasa por «dinamitar» el partido en Madrid, si no aparece un «mirlo blanco». El PSOE niega que el delegado del Gobierno le esté moviendo la silla a Lobato

Juan Lobato en la Asamblea de Madrid.
Juan Lobato en la Asamblea de MadridAlberto R. Roldán La Razón

Hacerse con las plazas de Sol y Cibeles lleva siendo una asignatura pendiente del PSOE en Madrid desde hace 30 años, pero las últimas elecciones europeas han dejado «socarrat» en la ración socialista de votos en una comunidad en la que Isabel Díaz Ayuso plantó la bandera del charrán con la mayoría absoluta en las últimas elecciones y parece que sigue estando igual de anclada. Esa parte tostada de la ración que los socialistas han obtenido en Madrid no parece agradar al paladar de Ferraz, que ya apunta con el dedo en la dirección en la que hacer cambios de menú.

En las últimas elecciones europeas «la mitad de la diferencia de votos entre el PP y el PSOE procedía de Madrid», donde no se logra dar con la fórmula para arrebatar el poder a los populares, recalcan fuentes de Ferraz. De ahí que, en la última reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido, desde el PSOE manifestaran su preocupación por la debilidad que presenta en Madrid. «No puede haber una diferencia tan escandalosa de votos», insisten las mismas fuentes. Pero en Ferraz aún no tiene la solución para el «avispero» en el que aseguran que se mantiene el PSOE-M. En esta «jaula de grillos», como definen a la federación socialista, ¿qué se podría hacer para recuperar el partido en la capital de España? «Puede que dinamitarlo y crearlo desde cero, salvo que aparezca un mirlo blanco», apuntan fuentes próximas a la presidencia del Gobierno.

De momento, los socialistas no consideran que sea el momento de un cambio de líder, como Juan Lobato, secretario general del PSOE-M, portavoz del partido en la Asamblea de Madrid y senador. «La dirección federal no le cuestiona», puntualizan desde Ferraz. Entre otras cosas porque «no es el momento y no hay prisa», aunque ya se haya trazado un camino por el que empezar a pensar una nueva estrategia. Entre otras cosas porque para un cambio de liderazgo, habría que esperar al Comité federal que, como muy pronto, no ocurriría hasta noviembre próximo, si se adelantara un año sobre la fecha prevista. Y más cuando el Gobierno tiene otras urgencias que resolver por encima de la cuestión territorial, como es la gobernabilidad de Cataluña y sacar adelante los Presupuestos ya que, si éstos salen adelante, «la legislatura está salvada».

Sin temor al relevo

En el PSOE-M, «no hay temor al relevo», de momento, y defienden a toda costa el resultado obtenido con unos datos que consolidan una tendencia y sitúan al partido como la alternativa al PP (después del sorpasso de Más Madrid, que se situó como líder de la oposición) sin dejar de reconocer el «gran resultado electoral de Ayuso» en el epicentro del debate político. El PSOE se aferra a la idea de que «ha habido una recuperación de voto en algunos municipios, aunque haya sido muy pequeña». Esto se traduce en que «se está consolidando el liderazgo de Lobato y no cabe en ninguna cabeza su sustitución con los resultados obtenidos y con la forma de hacer política que tiene, en la que no se recurre al insulto», aseguran fuentes de la Ejecutiva Socialista madrileña.

[[H2:«Estamos dando la carita»]]

En la Asamblea de Madrid, Juan Lobato reivindica la semana pasada su labor y su «resultado de resistencia» a nivel regional en su afán por ver el vaso medio lleno: «Que el partido logre al nivel nacional un 30% de votos y Madrid un 28% está dentro de la lógica», dentro de que «hay que hacer autocrítica y ver cómo podemos mejorar para conectar con la base social». Y quiso poner el acento en la evolución del partido: «Hace dos años y medio, cuando la Ejecutiva comenzó su trabajo, teníamos un 12,9% de los votos y estábamos a 26 puntos del PP; hoy estamos en un 28%, a 12 puntos. Queda mucho camino y, aunque no son buenos resultados, hay una mayoría progresista que tenemos que ser capaces de movilizar». Pero también se reivindicaba y ponía en valor su trabajo en la medida en que «aquí estamos todos los jueves dando la carita para poner un poco de nivel en mitad de este núcleo irradiador de la política española», sentenciaba.

¿Movimientos de silla?

Con este escenario, desde Sol y Cibeles creen ver movimientos y posicionamientos de líderes políticos que buscan situarse en la línea de sucesión, como aseguran que sería el caso del Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, especialmente beligerante con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que no pierde ocasión de cuestionar su gestión. La ha criticado «por instalarse en el bloqueo, en el no por el no y la polémica artificial» y ha pedido su dimisión por «mentir a los ciudadanos en relación al fraude fiscal que reconoció el abogado de su pareja a la Fiscalía», entre otras afirmaciones. Las últimas palabras que ha dedicado a Ayuso han sido para referirse a ella como una persona que «está más contenta con Franco en el Valle de los Caídos y con los restos en las cunetas». Sin embargo, desde la Puerta del Sol lamentan que «se dedique a esto mientras tiene su gestión abandonada en asuntos como la seguridad», después del aumento de las agresiones sexuales y que no se logre solventar el déficit de Policía y Guardia Civil que tiene la región, pese a las propuestas que se han hecho desde el Gobierno autonómico para facilitarlo.

El cáncer del partido

Desde el PSOE, sin embargo, cierran filas en torno a su labor: ni en Ferraz le ven como posible candidato por mucho foco que parezca estar cogiendo, sino que «simplemente hace un trabajo orgánico en favor del PSOE», aseguran a LA RAZÓN; ni desde el PSOE-M creen que le esté moviendo la silla a Lobato. «Son vecinos de Soto del Real, amigos, sus hijas van juntas al colegio y fue el mismo Lobato el que le puso en el puesto y le dice lo que tiene que hacer», zanjan con contundencia fuentes socialistas en su afán por despejar dudas.

Las últimas elecciones han llevado a una reflexión sobre la situación del partido y el futuro que le aguarda. Otras fuentes aseguran que el PSOE-M «es una sucursal de Ferraz que no tiene autonomía» y el candidato que se proponga en las futuras elecciones «tanto si es Lobato como si es el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, uno de los más emblemáticos, será el que diga Pedro Sánchez». Pero en el partido consideran que «la Federación madrileña no podrá regenerarse nunca si no desaparece del horizonte madrileño Rafael Simancas, al que consideran «el verdadero cáncer ».