La izquierda tropieza en las pistas de Navacerrada: el PP recupera los Ayuntamientos

Entre muchos otros puntos de interés, las elecciones del pasado domingo 28 tenían un foco sobre el que se posaban las miradas de muchas familias trabajadoras: Navacerrada y Cercedilla. No tanto porque la votación puedan cambiar su destino, algo que está en manos del Ejecutivo central. Pero las papeletas sí que podían plasmar su descontento hacia unos gobernantes que poco, o nada, han hecho por salvaguardar su medio de vida: las histórica estación de esquí de Navacerrada.

Fue en marzo de 2021 cuando el Ministerio para la Transición Ecológica, presidido por Teresa Ribera, dictó, a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), el cierre de sus tres pistas más emblemáticas: el Escaparate, el Telégrafo y el Bosque. O, siendo más exactos, la no renovación de la concesión a la empresa adjudicataria, que vencía aquel año tras un cuarto de siglo de gestión. ¿El argumento? Cuestiones patrimoniales y, sobre todo, medioambientales. El OAPN consideraba que, dentro de las 7,6 hectáreas que cubrían las pistas, se incluían figuras de especial protección: el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (PNSG); el Río Eresma, declarado como Reserva Natural Fluvial del Alto Eresma; la Reserva de la Biosfera Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar, de la Zona de Especial Protección para las Aves y de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Sierra de Guadarrama...

Iniciativas ciudadanas

A partir de ahí, iniciativas ciudadanas como la plataforma Salvemos Navacerrada han hecho presión sobre los partidos políticos, hasta el punto de que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, se ha manifestado numerosas ocasiones en contra de la decisión gubernamental. La última vez, el pasado mes de abril, cuando manifestó que hablaría con los responsables «populares» en Navacerrada y Cercedilla para ver qué actuaciones y propuestas podrían llevarse a cabo para evitar que, la próxima temporada, la estación «vuelva a tener los mismos problemas y acabe cerrando definitivamente». Y es que, dos años después, los recursos judiciales interpuestos por la empresa concesionaria han evitado el cierre de las pistas.

Hay que recordar que, de acuerdo a los afectados, más de 230 familias podrían perder sus empleos de forma directa o indirecta. «Será un duro golpe a decenas de municipios, sobre todo durante el invierno, que es cuando menos turistas y visitantes acuden a la sierra. Eso agravará la ya de por sí complicada situación económica de los pequeños municipios rurales, provocando el cierre de la hostelería, restauración o comercios», afirmaron entonces desde Salvemos Navacerrada.

Ahora, y tras el 28-M, los que Ayuso llamaba los responsables «populares» de los municipios madrileños afectados tienen muchas papeletas para convertirse en los nuevos alcaldes de Navacerrada y Cercedilla. Y es que la «marea azul» que ha teñido Madrid ha provocado también un vuelco de color en ambos municipios.

En el caso de Navacerrada, la actual alcaldesa en funciones, la socialista Ana Paula Espinosa Izquierdo ha pasado de contar con cuatro concejales y casi el 32% de los votos, a dos ediles y el 17,7% de las papeletas. Unos 200 apoyos menos, dentro de una población de 2.900 habitantes.

La suerte inversa ha corrido el que será nuevo alcalde: Pablo Jorge Herrero. En realidad, puede decirse que ha revalidado el mandato: fue el primer edil de la localidad entre los años 1999 y 2011. Ahora, tras pasar de dos a cinco concejales, y de subir las papeletas en casi veinte puntos –del 19% al 38%–, no tendrá problemas para hacer que el PP regrese al Consistorio tras ocho años de ausencia. Le falta sumar un concejal que, presumiblemente, será el obtenido por Vox.

En cuanto a Cercedilla, si bien el daño sufrido por el PSOE ha sido mínimo –se queda con el mismo número de concejales y repite de forma casi idéntico el porcentaje de votos, alrededor del 12%–, sí se producirá, previsiblemente, un vuelco electoral. En este caso, el PP, cuarta fuerza en 2019, también ganó las elecciones: subió en trece puntos y pasa de dos a cuatro concejales. Actualmente, el municipio está presidido por Luis Miguel Peña, ex de Izquierda Unida y ahora al frente de Juntos por Cercedilla. Peña sí que ha acusado un fuerte descenso: de cuatro concejales y el 28,96% de los votos, a un edil y el 19,9%.

En este caso, según avanzan fuentes municipales a este diario, el candidato popular, Javier De Pablo García, está en disposición de conformar gobierno en coalición con el Grupo Independiente de Cercedilla, segunda fuerza más votada. Los tres concejales de estos últimos sumarán los siete suficientes como para presidir la localidad.

Se da la circunstancia de que, tanto la actual regidora de Navacerrada, Ana Paula Espinosa, como el primer edil de Cercedilla, Luis Miguel Peña, estuvieron vinculados a la emblemática estación de esquí. En el caso de Peña, trabajó en su juventud en la empresa Transportes Aéreos del Guadarrama S.A. (TAGSA), creada en los años cincuenta del pasado siglo por parte de aficionados al esquí y que impulsó a partir de entonces el desarrollo de la estación. Concretamente, era empleado en los remontes con los que los usuarios se desplazaban entre las pistas.

Por su parte, la familia de Espinosa estuvo también vinculada a las pistas. De hecho, su tío abuelo era profesor de esquí en Navacerrada. Y ella misma ha sido asidua de la estación.

La entonces portavoz del PP en Navacerrada, Sandra Redondo, criticó en las páginas de LA RAZÓN a Espinosa por no «defender a los vecinos». «Sabemos que la alcaldesa está a favor del cierre y está dejando solos a los vecinos, empresarios y deportistas del municipio. Es una vergüenza que seamos la oposición la que nos estemos preocupando, desde el primer momento, por conocer todo lo que implica este cierre para nuestro municipio», añadió.