Medio Ambiente

Madrid: así son por dentro los cantones de limpieza

Dos de las instalaciones, situadas en Fuencarral-El Pardo y Carabanchel, guardan varias semejanzas con el proyecto de Montecarmelo que ha enfadado a los vecinos

La ciudad de Madrid cuenta a día de hoy con 116 cantones de limpieza. A estos, hay que sumar otros 16 que se encuentran en fase de proyecto. Entre ellos, el de Montecarmelo, que ha puesto en pie de guerra a los vecinos. La plataforma ciudadana contraria a la instalación rechaza el proyecto, entre otros motivos, por su cercanía a una escuela infantil y a un colegio. Y sobre todo, por su magnitud: unos 10.000 metros cuadrados, en los cuales más de un centenar de camiones realizarán labores de recogida de basuras, con las molestias que eso puede conllevar. Desde el Área de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente que preside Borja Carabante han sido tajantes: las alternativas que han propuesto los vecinos son inviables.

En Cibeles han abierto la puerta a LA RAZÓN de dos cantones de la capital, ya en funcionamiento, y con los cuales se pueden establecer contrastes y paralelismos con el proyecto de Montecarmelo: los situados en las calles Isla de Arosa (Fuencarral-El Pardo) y Treseta (Carabanchel).

Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.
Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.Jesús G. FeriaFotógrafos

El primero, el de Isla de Arosa, situado en el Barrio del Pilar, comparte con Montecarmelo la cercanía con un colegio. En su caso, el Lasalle Sagrado Corazón. Se encuentra del centro a una distancia similar a esos 61 metros que critican los vecinos, en su caso por la proximidad con el Colegio Alemán. Pero aquí, las viviendas de particulares están mucho más cerca. Como se ve en la imagen que ilustra este artículo, basta con cruzar la acera. Se trata de uno de los cantones más veteranos de Madrid y, desde el Consistorio, afirman que la convivencia con los vecinos ha sido plena.

«Nunca ha habido ninguna reclamación. Estamos a 70 metros de la puerta de entrada del Colegio de La Salle. Por aquí, todos los días, entran y salen cientos de niños y padres. Los servicios, por supuesto, se han amoldado a esos horarios: salen y vuelven antes y después de que los niños vayan y salgan», explica Víctor Manuel Sarabia, director general de Servicios de Limpieza y Residuos del Ayuntamiento. Del mismo modo, recuerda la intensa actividad que se desarrollan en estas instalaciones: tres turnos de trabajo diarios, los 365 días del año, sumando un total de 150 operarios. Todo ello en un barrio, el del Pilar, que es de los de mayor densidad de población de Europa.

Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.
Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.Jesús G. FeriaFotógrafos

Los trabajadores consideran que ha habido confusión en lo que respecta a su trabajo en el cantón, con una serie de afirmaciones que, apuntan, no se ajustan a la realidad. «Lo estáis viendo vosotros: son vestuarios, un almacén y un aparcamiento de los vehículos que se necesitan para el servicio. Nosotros no almacenamos residuos: se recogen y, en el momento que entran, salen. A veces parece que piensan que esto es un vertedero», afirma por su parte Sherezade Talavera, responsable de Limpieza Viaria de UGT. Poco antes, durante esa misma mañana, uno de los camiones encargados de la limpieza de hoja acaba de depositar en una tanqueta el polen recogido durante la mañana. «Somos un servicio público esencial. Y eso es algo que a la gente se le olvida. Ese desconocimiento ha llevado a usar argumentos que atentan contra nuestra dignidad como trabajadores y como servicio público», añade.

Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.
Reportaje sobre los cantos de limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Cantón de Cardenal Herrera Oria. © Jesús G.Jesús G. FeriaFotógrafos

David Lao, responsable de la limpieza viaria del cantón de Isla de Arosa, describe la actividad de la instalación. «Es un centro de trabajo, en el que los trabajadores vienen, se cambian de ropa, preparan las maquinarias, el mando intermedio les asigna el trabajo y, desde aquí, se desplazan a las zonas indicadas. Cuando finalizan las labores de limpieza, vienen, dejan las herramientas, se cambian y vuelven a sus casas. Los residuos se depositan en bolsas, los metemos, bien en camiones nuestros, bien en bandejas. Y una vez que se llenan, los camiones se vacían en todos los turnos».

Ahora bien, ¿qué impacto tiene esta actividad para los vecinos? «En principio ninguna. Tenemos buena relación con los vecinos y están agradecidos por la labor que hacemos. Hay muy poquito impacto auditivo. Las máquinas están siempre paradas, salvo cuando se utilizan en la calle», señala Lao, cuyo cantón da servicio a todo el barrio del Pilar.

Nos desplazamos a la otra punta de Madrid, unos veinte kilómetros al sur, al distrito de Carabanchel. Se trata del cantón de la calle Treseta, muy cerca del macrocentro de Islazul y en pleno PAU del distrito. Al contrario que el de Isla de Arosa, el de Treseta es muy joven, como el mismo barrio, y mucho más modesto en dimensiones. «Es básicamente un aparcamiento», señala Víctor Manuel Sarabia sobre esta instalación, coronada por tres grandes cubas que, explica, funcionan como «depósitos para el agua regenerada con la que cargan las baldeadoras. En invierno, si fuera necesario, se pueden cargar de salmuera. La salmuera se ha tachado de residuo tóxico, cuando es lo que llevan las aceitunas que nos ponen en el bar».

Cantones de limpieza de Madrid
Cantones de limpieza de MadridRicardo RubioEuropa Press

El de Treseta, en comparación con el de Isla de Arosa, «supone una estructura más moderna y más abierta. Las operaciones de entrada y salida de los trabajadores son más rápidas, al haber más espacio de maniobra. Y está dotado de las últimas tecnologías de eficiencia energética», añade.

Este cantón da servicio a un PAU que lleva pocos años en funcionamiento pero que «lo necesitaba». Ahora mismo, la instalación no está funcionando al cien por cien, pero, próximamente, contará con 150 trabajadores.

Desde el cantón, se divisan varios edificios residenciales. Su distancia con respecto a la infraestructura es de un cuarto de kilómetro: 253 metros. Las viviendas de Montecarmelo se encuentran a unos pocos metros menos: 217. «Son distancias totalmente comparables», subraya el responsable de Limpieza y Residuos del Ayuntamiento.