Turismo

Nómadas digitales, IA "anti fiestas"... Así es el nuevo alquiler turístico en Madrid

La temporada alta de estos visitantes se produce en primavera y otoño, aseguran desde GuestReady

Madrid, barrio de Malasaña. Imágenes de gente con maletas por el barrio de Malasaña hacia los pisos turísticos
Turistas en el barrio de MalasañaJesús G. FeriaLa Razón

Mientras la capital se prepara para una nueva ordenanza de pisos turísticos tal y como reveló hace pocas fechas José Luis Martínez-Almeida, los operadores de una actividad económica que, en los últimos años, genera cierta inestabilidad jurídica, están a la expectativa de las novedades que puedan surgir. Porque hay algo innegable: los turistas van a seguir llegando a Madrid, afortunadamente para la ciudad. Y esta modalidad de alojamiento se está imponiendo.

Como recuerda Lorenzo Ritella, Country Manager de GuestReady para España, «seis de cada diez euros que se gasta un turista de piso turístico, retornan al barrio en el que se hospeda. Además, su presencia supone una desconcentración de áreas saturadas, ya que la mayoría de pisos no están exactamente en el centro de Madrid». GuestReady es una empresa de gestión de este tipo de hospedajes, líder en Europa en este campo y con presencia reciente en la capital. Y es que no sólo los turistas potenciales son los grandes interesados; también los propietarios que tienen su piso «en Madrid y Barcelona como segunda residencia, y no quieren perder su uso y disfrute». Además, defiende que este formato de turismo «favorece la rehabilitación de pisos y viviendas».

¿Qué distingue el alquiler turístico en la ciudad de Madrid? Ritella señala el empuje del perfil del «nómada digital»: aquellas personas de la «generación Z», nacidas desde 1985, que buscan trabajos a distancia que les permitan ver el mundo. «No quiere sentirse turistas, sino vivir en la ciudad como una persona local. Está ganando mucho terreno este segmento», explica el experto.

Primavera y otoño

Del mismo modo, la principal diferencia entre Madrid y Barcelona es la estacionalidad. «En Madrid hay una ocupación muy alta en primavera y otoño, y en Barcelona en verano. En verano baja mucho en Madrid». Por otra parte, el perfil en la Ciudad Condal es mayoritariamente extranjero y por turismo, mientras que en Madrid es nacional y «por negocios».

En cuanto a las tendencias en la gestión, desde GuestReady señalan la implantación de una IA «anti fiestas», una herramienta que, a la hora de gestionar el alquiler, chequea el perfil del usuario en alquileres anteriores, para saber si cuenta con reseñas negativas. Del mismo modo, los detectores de ruido y sus correspondientes alarmas están ya a la orden del día. Se trata de recursos, como dice Ritella, ya de por sí disuasorios, pues eliminan «el 70% de los problemas», a los que hay que unir las penalizaciones, como el hecho de fumar en el alojamiento.