Paseo por Madrid

El problema de la vivienda: la ignorancia y Pinocho

He tenido la mala suerte de tener que buscar un piso modesto para vivir en esta extraordinaria ciudad

MADRID.-Madrid supera en nueve puntos el umbral máximo del 30% de asequibilidad en la vivienda, según DWS Real Estate
MADRID.-Madrid supera en nueve puntos el umbral máximo del 30% de asequibilidad en la vivienda, según DWS Real EstateEuropa Press

Ante situaciones extraordinarias son necesarias respuestas extraordinarias. Hoy encontrar vivienda en España, y muy especialmente en Madrid, es misión imposible. Son necesarias medidas rápidas porque los ciudadanos, especialmente los jóvenes, no pueden montar su hogar. He tenido la mala suerte de tener que buscar un piso modesto para vivir en esta extraordinaria ciudad. Y me he tenido que enfrentar no sólo a los precios. Mis enemigos han sido las agencias inmobiliarias que ante la falta de seguridad para el propietario se han convertido en empresas de casting. Abusan y piden unas garantías casi imposibles.

Los abusos de estas agencias, incluso de algunos particulares, les importan un pito a los poderes públicos.

Tenemos direcciones de Consumo en ayuntamientos, en la Comunidad y el Estado. Ninguna es capaz de cortar esta humillación a los que buscan una casa. El PP ha propuesto, entre otras cosas, rebajar al 4% el impuesto para los jóvenes y convertir en edificables espacios previstos para dotaciones (terrenos para hospitales, colegios o parques). Veo que ninguno de los que estuvo en esa reunión ha tenido problemas para comprar o alquilar una vivienda. Las propuestas del PSOE tienen un principal enemigo: ¿Quién cree hoy a Pinocho? Nadie en su sano juicio piensa que esta nueva propuesta tenga alguna efectividad.

Cuando los españoles tuvimos una situación económica crítica, unos buenos políticos que sabían cómo estaba la cosa de mal, se inventaron los Pactos de la Moncloa y se resolvieron muchos problemas. Si los dos partidos principales no firman un pacto nacional entre el Estado, ayuntamientos y comunidades y no se olvidan de sus intereses para ocuparse de verdad de los ciudadanos sin casa, no haremos más que perder el tiempo y condenar a nuestros hijos a no creer en nada ni en nadie.