Sucesos

La residencia incendiada en Madrid tenía las salidas de emergencia bloqueadas y los sistemas de prevención de incendios no funcionaban

El incendio, que se declaró el pasado domingo, acabó con la vida de tres mujeres

La tragedia, que ocurrió el pasado domingo tras declararse un incendio en la residencia de mayores Juan XXII en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, se cobró ayer su tercera víctima mortal. La mujer, de 65 años, permanecía ingresada en el Hospital de La Paz como consecuencia de las quemaduras sufridas tras el fuego.

Las investigaciones siguen avanzando y, según apunta la Cadena SER, el acta de la Policía Municipal ya recogía las deficiencias que la residencia presentaba para hacer frente a una situación de emergencia. Además, a pesar de que el centro, concertado con la Comunidad de Madrid, había pasado dos inspecciones en abril y agosto del año pasado, el documento policial ya apuntaba que los sistemas de prevención y extinción de incendios no eran óptimos.

En el escrito los agentes recogieron el primer problema con el que se encontraron: la boca de incendios. Esta, situada en el pasillo principal de la primera planta, no funcionaba. "Al accionarla, a los pocos segundos la manguera perdía toda la presión, dejando de expulsar agua", constataron los agentes. Además, apuntaron que al tratar de reactivarla, comprobaron que la presión marcaba cero.

El acta policial también detalla que una parte de la escalera que va de la segunda a la primera planta, y desemboca en una puerta de emergencia de salida al exterior, "se encontraba bloqueada". Lo mismo que ocurría con otra puerta de emergencias situada en la misma planta. Además, los agentes comprobaron que "no existían luces de emergencia" en ninguna estancia que el pulsador de la alarma de incendios no emitía "señal luminosa ni acústica al ser accionado". Algo que, concluían, dificultaría las labores de evacuación en caso de que fuese necesario.

Por su parte, los bomberos también probaron que la bomba de presión de la boca de incendios no disponía de corriente eléctrica, motivo por el que los agentes de policía constataron que no tenía presión. Además, tal y como recoge el informe obtenido por La SER, el motivo por el que la bomba no funcionaba era porque estaba conectada al cuadro eléctrico general y no a uno independiente, como debía estar. De no haberse encontrado así, esta boca hubiese funcionado durante el incendio.

Cómo se produjo el incendio

Poco antes de las 7.00 horas del domingo el servicio de Emergencias 112 recibió un aviso de que la residencia de mayores Juan XXII de Aravaca estaba en llamas tras explotar un cargador de móvil defectuoso. Al lugar de los hechos se desplazaron seis dotaciones de la Policía Municipal, Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Policía Nacional, Samur-Protección Civil, Cruz Roja y Summa 112.

Cuando llegaron los bomberos, los agentes de la Policía Municipal ya estaban auxiliando a las víctimas. De hecho, varios agentes accedieron a la habitación en la que se originó el incendio a través de una terraza, forzando una persiana y la ventana corredera. Allí se encontraron con dos personas y, tras evacuarlas, comprobaron que presentaban quemaduras graves por todo el cuerpo y que una de ellas ya había fallecido. De hecho, a la segunda mujer fue necesario realizarle maniobras de reanimación.

El Gobierno pide investigar "hasta las últimas consecuencias"

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha trasladado esta mañana durante su comparecencia tras el Consejo de Ministros su "cariño a las familias de las tres mujeres que han fallecido". Además, ha destacado que desde el Ejecutivo esperan que "se abra una investigación y llegue hasta las últimas consecuencias". Todo ello porque, según ha señalado, "la gestión de la señora Ayuso y de la Comunidad de Madrid en materia de residencias ha sido siempre la misma: abandono, errores continuos, mala gestión y una dolorosa falta de empatía".