Tráfico

Sensores en coches para detectar puntos negros en las carreteras

La Comunidad de Madrid es la primera administración en España que utiliza datos de vehículos conectado para obtener información y gestionar las carreteras

MADRID, 01/09/2024.- Tráfico en la A4 en dirección Madrid durante la operación retorno de vacaciones, este domingo 1 de septiembre. EFE/J.P. Gandul
Operación retorno de vacacionesJ.P. GandulAgencia EFE

Los coches en Madrid se convertirán en informantes en tiempo real del estado de las vías y del comportamiento de los conductores. Los automóviles de nueva fabricación en la región tendrán incorporados unos sensores que se encargarán de recoger información, que será utilizada para la gestión de las carreteras. El proyecto cuenta con una inversión de 2,6 millones de euros, y se trata del primer contrato de este tipo en España. Desde la Comunidad resaltan que se trata de la primera administración en el país y una de las primeras en el mundo y, por tanto, «pionera en la utilización de datos generados por vehículos conectados para la gestión y el mantenimiento de sus carreteras».

Este sistema ya se ha utilizado en otras partes de Europa, pero desde la Comunidad de Madrid afirman que es la primera vez que se va a hacer un uso multidisciplinar de esta tecnología, que atenderá tanto a la seguridad vial, como al mantenimiento de las infraestructuras e, incluso, a la reacción ante fenómenos atmosféricos.

El sistema funciona gracias a la recepción directa de los sensores y los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS, por sus siglas en inglés). Según la DGT, son «un conjunto de innovadoras soluciones tecnológicas que se integran en los vehículos para mejorar la seguridad tanto de conductor y pasajeros como de otros ocupantes de la vía, incluidos peatones y ciclistas, además de mejorar la experiencia al volante». Desde julio de 2022, todos los coches de nueva homologación deben incorporar de serie al menos ocho de estos sistemas: Detector de somnolencia (DDR), Asistente de velocidad inteligente (ISA), Alerta de tráfico cruzado (RCTA), Caja negra (EDR), Alerta de cambio involuntario de carril (LDW), Sistema de frenado de emergencia (ESS), Inhibidor de arranque con alcoholímetro y Alerta de uso del cinturón en todas las plazas. Esto es parte del Proyecto Visión Cero de la Unión Europea, que pretende lograr un sistema sin muertes o lesiones graves.

Los sensores instalados en las ruedas de los vehículos proporcionan información precisa sobre el estado del firme e identifican áreas que requieren mantenimiento. Al mismo tiempo, estos sistemas avanzados de asistencia al conductor recogen datos sobre zonas que pueden presentar riesgos adicionales para la seguridad vial. Estos datos son luego enviados en tiempo real a las autoridades responsables de la gestión de las carreteras.

Un aspecto fundamental de esta iniciativa es su capacidad para detectar tramos peligrosos que anteriormente no habían sido identificados como tales. Esto ha sido posible gracias a ensayos previos realizados por la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, a través de la Subdirección de Seguridad Viaria y Conservación, dependiente de la Dirección General de Carreteras. Estos ensayos, según la consejería, han demostrado que la tecnología de vehículos conectados puede reducir significativamente los tiempos de respuesta ante incidencias, mejorando así la seguridad y eficiencia en las carreteras de la Comunidad de Madrid.

Además, la consejería ha realizado estudios específicos de eficacia de los radares o de los semáforos que se cierran al superar determinada velocidad y un análisis llevado a cabo en una de las travesías de la región concluyó que, cruzando la comunicación que remiten los automóviles, con documentación de accidentes y del equipamiento de las calzadas, es posible detectar tramos potencialmente peligrosos que no estaban registrados como tales y en los que se percibieron maniobras bruscas.

La DGT define un punto negro como «aquel emplazamiento perteneciente a una calzada de una red de carreteras en el que durante un año natural se hayan detectado 3 o más accidentes con víctimas con una separación máxima entre uno y otro de 100 metros»

En la Comunidad de Madrid, los datos provisionales de la DGT revelan que entre el 1 de enero y el 25 de agosto de 2024 hubo un total de 33 siniestros mortales, con 39 fallecidos. Esto es un descenso respecto al mismo periodo de 2023, en el cual fallecieron 55 personas en 50 siniestros mortales.

Las carreteras de la Comunidad de Madrid son testigos de un volumen de desplazamientos muy elevado, especialmente durante los fines de semana y en épocas de vacaciones. Un ejemplo es el fin de semana de final de verano (30 de agosto al 1 de septiembre), para el cual la DGT previó 885.000 desplazamientos en la operación retorno, dentro de un total de 4.760.000 movimientos de largo recorrido en toda España.

En la Comunidad de Madrid se han identificado 749 kilómetros especialmente peligrosos en sus carreteras, según un estudio realizado por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Este, que analizó la peligrosidad de la Red de Carreteras del Estado en el quinquenio 2015-2019, señaló tramos específicos en la N-320 –en los kilómetros 323, 325 y 332– y en la N-6 –en los kilómetros 54 y 56– como especialmente peligrosos.

Durante los 36 meses que dura este contrato, la Dirección General de Carreteras recibirá el procesamiento y análisis de las reseñas procedentes de los automóviles que circulan por los 2.500 kilómetros que conforman la Red de Carreteras autonómica. Según la Comunidad, esto los «posiciona a la vanguardia en la administración viaria europea y refuerza el compromiso del Gobierno regional con la innovación, la digitalización y la mejora continua de la protección de las vías.