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Medio Ambiente

La Navidad arruina el ahorro energético

Los ayuntamientos despliegan sus planes de iluminación nocturna en plena cruzada contra el exceso en el consumo por la crisis climática

Iluminación navideña
Iluminación navideñalarazon

Hace un año, el departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid iniciaba un estudio en la ciudad en el que comparaban la iluminación nocturna habitual en las calles del centro con el alumbrado navideño. Las imágenes se pueden consultar en este linK (https://pmisson.users.earthengine.app/view/madridchrismas), pero falta finalizar el estudio y cuantificar qué porcentaje añaden las luces de Navidad a la contaminación lumínica. «Todos los años leemos decenas de noticias sobre el impacto de las luces de Navidad y las inversiones millonarias que hacen los ayuntamientos en alumbrado pero no gastamos en analizar el impacto de este alumbrado», dice Alejandro Sánchez de Miguel, investigador del grupo.

Las consecuencias de la contaminación lumínica son ya conocidas: provoca la desaparición de aves y de algunas especies de insectos, desequilibra los ecosistemas y provoca alteraciones en el organismo humano, pero más allá de las consecuencias en el medio ambiente, ¿tiene sentido con el precio actual de la electricidad, la guerra por encabezar la lista de ciudades con el mejor alumbrado navideño? El Real Decretoley 14/2022 sobre medidas de eficiencia energética, aprobado por el gobierno hace meses, indultaba las luces de Navidad de los recortes a los que sometía la iluminación de monumentos o escaparates. Ciudades como Barcelona, Sevilla o Vigo tomaron entonces la decisión de encender menos tiempo las luces durante las fiestas. Otras como Valencia confirmaban que no iban a adoptar ninguna medida de ahorro y el consistorio de Madrid decidía asumir el sobrecoste del precio de la electricidad y mantener la iluminación en unos 230 emplazamientos. Reducir el número de horas de iluminación debería traducirse en menos gasto eléctrico, pero con el precio del gas, la electricidad se ha disparado. De hecho, según cálculos publicados por El Periódico, el gasto en luz navideña se incrementará este año un 120% en Valencia y un 32% en Barcelona.

Es cierto que las bombillas led que se instalan en las calles ahorran hasta un 80%, pero el aumento de la eficiencia ha sido contrarrestada los últimos años con más consumo. «Ha habido un incremento de un 49% de contaminación lumínica de 1992 a 2017 –afirma el investigador-. Lo que no tiene sentido es que Vigo gaste lo mismo que Madrid». Hay que recordar que la ciudad gallega cuenta con 11 millones de bombillas y gasta 3,11 euros por habitante en decoración navideña, frente a las 1,07 de Madrid (según cálculos de El Periódico).

La idea que esgrimen las organizaciones conservacionistas es que si no queremos renunciar a la luz navideña, a pesar de estar en un contexto de crisis climática, porque ayuda a la actividad comercial, que se ilumine sin excesos y al menos respetando las zonas oscuras en las que descansa la fauna de las ciudades. «El incremento del alumbrado navideño sobre la contaminación lumínica puede no ser tan horrible, pero sí lo es invadir zonas oscuras como está sucediendo con el Jardín Botánico o la Casa de Campo. Esos espacios son los refugios naturales de muchas especies», afirma el investigador.