Medio ambiente

¿Por qué las mujeres montan menos en bici que los hombres?

Un estudio pionero revela que el 45% de las usuarias ha sufrido acoso cuando iban en bicicleta

Mujeres y bicicleta
Las mujeres sienten una mayor inseguridad vial que los hombres, lo que hace que cojan menos la biciFreepik

Las mujeres no montan en bici tanto como los hombres. Hasta ahora, no teníamos datos para que nos permitieran analizar los porqués. Esto es lo que cambia la publicación de un estudio pionero en España llamado «Movilidad Ciclista y Género», liderado por el Instituto de las Mujeres en colaboración con ConBici (Coordinadora Española en Defensa de la Bicicleta) y el Colectivo Punt 6, presentado ayer en Conama (Congreso Nacional del Medio Ambiente).

El trabajo es una invitación a repensar la movilidad desde una perspectiva que tenga en cuenta las necesidades de las mujeres. Para ello se ha entrevistado a seis grupos de discusión con ciudadanas de distintas provincias y comunidades autónomas: Almansa (Albacete), Alaquás (Valencia), Bilbao (País Vasco), Vic (Cataluña), Vigo (Galicia) y Pamplona (Navarra). Además, se encuestó a 2.235 personas de diferentes núcleos de población.

El informe arroja una verdad contundente: las mujeres enfrentan barreras que limitan su acceso y su uso de la bicicleta. Mientras que el 81% de los hombres encuestados la utilizan, solo el 64% de las mujeres lo hace. Este desequilibrio refleja cuestiones de infraestructura, pero también dinámicas sociales arraigadas.

Por ejemplo, el 49% de las mujeres no usuarias de la bicicleta señalaron el acoso vial y sexual como una de las principales barreras, cifra que asciende al 62% entre mujeres LGBTI. Además, el 45% de las ciclistas han experimentado acoso verbal o físico. De nuevo, este porcentaje es mayor entre mujeres LGBTI (63%), migradas (61%) y familias monomarentales (50%). El análisis también revela que el 9% de las mujeres no pedalea por tener personas dependientes a cargo (niños/as o personas mayores), frente al 3% de los hombres.

En lo que se refiere a la infraestructura, las mujeres identificaron diversas dificultades en sus rutas. Principalmente, destacaron la velocidad de los coches, la escasez y la estrechez de los carriles bici, que no permiten circular a diferentes ritmos y que no conectan espacios vinculados a la educación, la sanidad o los cuidados.

En las ciudades, el debate también se centró en la sensación de inseguridad vial que sienten las ciclistas. Las mujeres tienen más miedo a ser atropelladas, a caerse, al robo, al acoso y a que los menores a su cargo sufran también estas situaciones.

Voces desde el asfalto

En Vigo, las siete mujeres que participaron en el taller señalaron la velocidad del tráfico y la falta de carriles bici seguros como obstáculos recurrentes. En palabras de una de ellas: «Andar en bicicleta con niños es un desafío, especialmente en una ciudad que no nos prioriza». En esta línea, las mujeres no ciclistas escogen la «inseguridad» vial o personal como la razón número uno para no ser usuarias. Además, el 51% de las mujeres perciben inseguridad por los patines eléctricos, comparado con el 35% de los hombres.

En Vic, el debate giró en torno a las conexiones rurales. Las participantes destacaron la necesidad de infraestructuras de transporte que conecten municipios y propicien trayectos más seguros. Sin embargo, también hablaron del sentimiento de libertad personal y de autonomía que la bicicleta les ofrece, un eco recurrente en todas las regiones estudiadas.

Por último, el estudio identifica algunas medidas a tomar para fomentar la movilidad sostenible y la adopción de la bici entre las mujeres. Desde repensar las infraestructuras (ampliar la red ciclista protegida del tráfico, los servicios de bicicleta pública, los aparcamientos para bici, el alumbrado y mejorar la intermodalidad) hasta campañas de prevención del acoso vial y formación ciclista, así como apoyar los Planes de Transporte al Trabajo o aprobar medidas fiscales para incentivar la compra y uso de las bicicletas.