¿Qué hago si se avería mi coche?

Si en estos días usted tiene una necesidad urgente de desplazarse o está entre los colectivos que tienen obligación de acudir a sus puestos de trabajo, como son personal sanitario, de tiendas de alimentación, de fuerzas de seguridad u otros servicios y se estropea el automóvil en el que tiene que acudir a su puesto, las redes comerciales de todas las marcas han previsto esta eventualidad.

De esta forma, los talleres están dando servicio a los usuarios para resolver los problemas más graves en sus vehículos. Aunque es cierto que como la utilización del coche se ha reducido considerablemente, de igual forma las visitas a los talleres han caído en picado y sólo se acude en caso imprescindible. Según los datos de Faconauto, patronal de este sector, los talleres de las redes oficiales de concesionarios únicamente recibieron 2.370 peticiones de reparación urgente durante los cinco primeros días desde la declaración del estado de alarma.

Esta cifra supone, en la práctica, que la actividad de la posventa oficial ha pasado a ser prácticamente inexistente, si comparamos con los 240.000 pasos de taller de media que registran semanalmente los concesionarios cuando operan a pleno rendimiento. Pero con los concesionarios cerrados, los clientes no van a reparación salvo en caso de extrema necesidad. Otra dificultad añadida es la prohibición de viajar dos personas en un mismo automóvil, lo que limita la movilidad ya que si el coche se debe quedar en el taller el regreso a casa es más problemático. No cabe que te vayan a recoger.

Si se encuentra con la necesidad de reparar su automóvil el primer paso es llamar al taller habitual para ver si se encuentra abierto y, en ese caso, solicitar una cita. Todas las marcas han establecido teléfonos de emergencia para estos casos, que se pueden consultar en las páginas web del concesionario o en la general de la marca. Las concesiones suelen haber establecido equipos de urgencia, sin estar abiertos al público, para dar servicio a sectores estratégicos y necesidades urgentes.

Los datos de reparaciones de la primera semana desde el comienzo del estado de alarma ponen de manifiesto que los talleres oficiales han parado casi completamente su actividad, lo que ha permitido también salvaguardar la salud de sus trabajadores y clientes. Aunque la patronal del sector ha señalado la dificultad de implementar algunas medidas de seguridad sanitaria, como garantizar la distancia mínima entre empleados de un metro o de dos cuando no se dispone de Equipos de Protección Individual (EPIS), ya que hay utillajes en los talleres que obligatoriamente comparten los operarios. Asimismo es un problema el riesgo biológico de contagio en los coches manipulados, ya que, hasta la fecha, no existe un procedimiento verificado que permita higienizar los vehículos de clientes con garantías sanitarias efectivas.