Industria
Stellantis invertirá 30.000 millones en electrificación y construirá cinco fábricas de baterías
Esta cifra multiplica por siete las inversiones de 4.300 millones del PERTE anunciado esta semana por el Gobierno Sánchez
Stellantis, el gigante automovilístico nacido de la fusión de los grupos PSA y FCA, ha anunciado un ambicioso plan de electrificación de su producción de automóviles en el que realizará inversiones por importe de 30.000 millones de euros y la construcción de cinco fábricas de baterías en el mundo, tres de ellas en Europa que se situarán en Francia, Alemania e Italia. La cifra anunciada por el CEO de la empresa, Carlos Tavares multiplica por siete la cantidad destinada para los planes de electrificación española del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica anunciado esta misma semana por el Gobierno español.
Desde el punto de vista financiero, Tavares anunció una previsión de aumento de beneficios en los próximos años. Una gran parte de estos ingresos provendrán de la nueva dimensión del grupo tras la fusión de sus numerosas marcas en una misma estructura. Sus cálculos estiman una previsión anual de sinergias de cash de más de 5.000 millones de euros estables, la hoja de ruta de reducción del coste de las baterías y la optimización constante de los costes de distribución y producción, así como la materialización de nuevas vías de ingresos, en especial de los servicios conectados y de futuros modelos de negocio de software. El objetivo es conseguir un beneficio operativo corriente sostenible de dos dígitos en el año 2026, con el fuerte impulso que se ve a dar a la movilidad electrificada.
Porque las previsiones del CEO del este grupo es que el desarrollo del mercado de vehículos de bajas emisiones se acelere y supere las expectativas actuales. Se cree que en Europa se pueda alcanzar un crecimiento sostenido de más del 70%, diez puntos porcentuales por encima de las previsiones actuales, y que en Estados Unidos las ventas de turismos y comerciales de bajas emisiones supere el 40% en el año 2030.
Dentro de este plan ambicioso, Tavares hizo referencia a las nuevas tecnologías que se implementarán para la construcción de baterías y otros sistemas a fin de mejorar tanto la autonomía de los futuros coches eléctricos como la disminución de los tiempos de recarga de energía. Para ello, se construirán cuatro plataformas flexibles que serán las bases de los nuevos modelos y sus baterías para todos los vehículos de las diferentes marcas del grupo. Cada una de estas plataformas podrán soportar una producción de unos dos millones de coches anuales, para completar un ambicioso plan de ventas de ocho millones de coches, lo que situaría al grupo entre los líderes del mercado mundial del sector automovilístico. Hay que recordar que, bajo el paraguas de Stellantis, se agrupan las siguientes marcas: Peugeot, Fiat, Citroën, Opel/Vauxhall, Alfa Romeo, DS, Lancia, Jeep, Chrysler, Abarth, RAM, Dodge y Maserati.
Para todas ellas se crearán baterías de más de 130 gwh en el año 2025 y de 260 gwh en el 2030, con autonomías entre los 500 y 800 kilómetros y con recarga rápida de hasta 32 kilómetros por minuto de conexión. Los planes incluyen química de batería dual, que es una opción de alta densidad energética que no utiliza ni níquel ni cobalto y que estará operativa en los próximos tres años. Y para el año 2026 se prevé la introducción de tecnología de baterías de estado sólido. Asimismo se contempla la utilización de la pila de combustible de hidrógeno en vehículos comerciales a partir del año próximo. Por otra parte, se han firmado acuerdos con dos suministradores de litio de salmuera geotérmica de Norteamérica y Europa para asegurar el suministro de litio, considerado la materia prima de baterías más crítica en cuanto a disponibilidad, y tener la capacidad de integrar el litio en la cadena de suministro una vez que esté disponible.
Otro objetivo es el de la reducción del coste de las baterías, para abaratar el paquete de baterías de los vehículos eléctricos más del 40% entre 2020 y 2024, y más de un 20% adicional en 2030. Algo que se obtendrá básicamente reduciendo el formato de los módulos, aumentando el tamaño de las celdas y actualizando la química de la batería. Se estima que en el año 2026 el coste de los vehículos eléctricos será equivalente al de los vehículos de combustión interna.
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