Historia
Aniversario de un mito: el dos caballos cumple 75 años
El Citroën más popular se presentó el 7 de octubre de 1948 y se fabricaron más de cinco millones de ejemplares
Se celebraba el Salón del Automóvil en París del año 1948. Las marcas más importantes presentaban sus novedades. Y entre ellas, el ingeniero Andreé Citroën preparaba un pequeño utilitario que iba a revolucionar al mundo de la industria del motor. Nadie podía imaginar entonces que el proyecto iba a tener una dimensión tan fantástica. Aquel vehículo cuyo capo delantero estaba hecho de chapa ondulada se ha convertido en uno de los iconos sobre ruedas y hoy es objeto de colección para sus propietarios. Que son muchos, ya que, por su estructura robusta y su mecánica simple, han sobrevivido muchos miles al paso de los años.
Este modelo fue concebido en la oficina de diseño de Citroën en la Rue du Théâtre en París y puesto a punto en el centro de pruebas de La Ferté-Vidame en la región de Eure-et-Loir. Aprovechando la exposición del sector, se presentó al público en el Salón del Automóvil de París el 7 de octubre de 1948. El 2CV tuvo un recorrido excepcional y difícilmente superable ya que se produjeron un total de 5.114.969 unidades, incluyendo 1.246.335 de furgonetas. El último 2CV salió de la fábrica de Mangualde, en Portugal, 42 años después de su lanzamiento, el 27 de julio de 1990, a las 4 de la tarde.
Todo arranca de un proyecto industrial denominado "TPV" ("Toute Petite Voiture”), puesto en marcha en 1936, cuyo objetivo era poder proporcionar a las personas de bajos ingresos un automóvil económico y versátil. Un año después, en 1937, el primer prototipo rodante del proyecto TPV vio la luz. El coche pesaba sólo 370 kilos y tenía únicamente un faro, ya que la legislación de la época no exigía dos faros como ahora. El vehículo podía transportar hasta cuatro personas y 50 kilos de equipaje a una velocidad máxima de 50 km/h. Y la comodidad de marca era otra de sus virtudes.
La idea inicial del ingeniero Citroën era presentar los 250 primeros ejemplares de su nuevo invento modelos en el Salón del Automóvil de París en 1939, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial impidió que esto sucediera. Los modelos que se habían construido fueron destruidos, excepto cuatro que se mantuvieron en secreto en el Centro de Pruebas de Citroën en La Ferté-Vidame.Por esta circunstancia, la producción en serie tuvo que retrasarse hasta julio de 1949. Los primeros ejemplares del 2CV estaban equipados con un motor de dos cilindros refrigerado por aire, de 375cc y 9 CV, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 50 km/h. Citroën revolucionó la industria automotriz con un vehículo económico y versátil.
Su forma de carrocería única y su atractivo rápidamente conquistaron a una parte importante de la población. Pero su gran éxito también se debió a su infinita variedad de usos, su modularidad, su ligereza, agilidad y comodidad. Y, además, resultaba muy barato de mantener, lo que le convirtió en un automóvil tremendamente popular en poco tiempo. A mitad del siglo pasado, en 1950, los pedidos estaban llegando en avalancha, lo que hacía que los tiempos de entrega se extendieran hasta los 6 años. Una aceptación popular que hizo que la demanda se mantuviera firme durante muchos años. Actualmente el 2CV es un modelo atemporal que se ha convertido en un verdadero fenómeno social, atrayendo a coleccionistas de todo el mundo. Por eso, 75 años después de su nacimiento, no es extraño ver a algún ejemplar de este modelo circulando por nuestras calles o carreteras y siempre se admira con simpatía y respeto.
En total, hubo diez ediciones especiales del 2CV, lanzadas en Francia y en varios otros países europeos. Incluyeron el Spot, el Charleston y el Cocorico. El 2CV también experimentó una serie de cambios, incluido el lanzamiento de la furgoneta 2CV en 1951, y luego el 2 CV AZ en 1954, equipado con un motor de doce caballos y embrague centrífugo. Además, el 2CV recorrió carreteras de todo el mundo gracias a varios raids o rutas de largo recorrido, como el París-Kabul-París de 16.500 km en 1970, el París-Persépolis de 13.500 km en 1971 o, en África, los 8.000 km que separan Abiyán de Túnez en 1973.
Aunque todos los 2CV tienen un encanto muy especial, dentro de la enorme producción de la compañía hay algunos ejemplares o pequeñas series que tienen un valor especial para los coleccionistas. Modelos en muchos casos ya casi imposibles de conseguir y que tienen un valor incalculable. Entre todos ellos, cabe destacar algunos míticos:
El 2CV 6 de Hermès. Vestido por Hermès por dentro y por fuera, se mostró en el Salón del Automóvil de París en 2008 para conmemorar el 60º cumpleaños del 2 CV.
El 2CV 6 Spécial. Uno de los últimos ejemplares producidos en la planta de Levallois en 1988.
El 2CV Spot. La primera edición especial de Citroën, de la que se construyeron 1.800 unidades con tapicería bicolor y carrocería basada en un diseño del estilista Serge Gevin.
El 2CV A. Uno de los 250 prototipos construidos en 1939 para el Salón del Automóvil, que finalmente se canceló debido a la Segunda Guerra Mundial. Uno de los cuatro vehículos restantes se guarda en el museo Conservatorio de Citroën, situado en las afueras de París.
El 2CV A Berline de 1950. Idéntico al que Pierre Boulanger presentó en la apertura del Salón del Automóvil de París en 1948.
El 2CV A con volante a la derecha. Fabricado en Slough (Reino Unido) a partir de 1953. Tenía un maletero de chapa y ventanas traseras abatibles. Hasta el día de hoy, es el dos caballosbritánico más antiguo en Europa.
El 2CV AZU. Una versión furgoneta del modelo, producida desde 1954 hasta marzo de 1978, con una gran capacidad de carga y puertas traseras formato "armario" para facilitar la carga.
El 2CV 4 x 4 “Sahara”. Con tracción en las cuatro ruedas y dos motores que le permiten superar pendientes de más del 40 por ciento en la arena.
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