Aquí ha colocado la DGT los radares que funcionaran durante este verano

Durante el verano en España, el aumento de los trayectos por carretera aumentan. Las vacaciones escolares y laborales permiten que muchas familias y trabajadores aprovechen este período para disfrutar de sus días libres, lo que se traduce en un incremento significativo de viajes tanto cortos como largos. Además, el clima cálido y soleado propio del verano fomenta el turismo interno y la movilidad hacia destinos costeros, rurales y montañosos, populares entre los españoles y los turistas internacionales.

Durante estos viajes, muchos conductores están pendientes de los radares de la DGT (Dirección General de Tráfico), que son dispositivos utilizados para controlar y sancionar el exceso de velocidad en las carreteras. Estos radares pueden ser fijos, móviles o de tramo, y cada uno tiene una función específica para monitorear la velocidad de los vehículos. La DGT utiliza estos radares para mejorar la seguridad vial, reducir accidentes y concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), actualmente disponen de aproximadamente 2.100 dispositivos de control de velocidad, de los cuales cerca de 800 son estáticos y 1.300 son móviles.

De acuerdo con decisiones judiciales anteriores, los radares fijos deben ser visibles y estar debidamente señalizados, lo que implica que los conductores deben estar informados de su ubicación antes de llegar a ellos.

¿Dónde se colocaran los radares?

En relación con los múltiples viajes que se realizarán durante la temporada estival, la DGT ha subrayado la importancia de prestar especial atención a los desplazamientos de corta distancia y a las vías secundarias. Estos tramos estarán sujetos a una vigilancia intensificada, con un incremento en los controles de drogas y alcohol por parte de las autoridades.

En cuanto a travesías y áreas donde el límite de velocidad es inferior al estándar, se instalarán radares con antelación a las señales que indican el nuevo límite, permitiendo así a los conductores tiempo suficiente para reducir la velocidad de manera segura.

La DGT también menciona la implementación de radares de obra para proteger a los trabajadores que operan en estos sitios, quienes lamentablemente sufren accidentes de atropello con frecuencia.

El informe de la DGT también menciona dos tipos de operativos de control de velocidad. Por un lado, los controles generales, diseñados para disuadir los excesos de velocidad en general. La DGT subraya que estos controles no deben ser clandestinos, enfatizando su función preventiva.

Por otro lado, están los controles selectivos, dirigidos a detectar excesos de velocidad significativos que constituyen delitos. Estos controles se ubican de manera discreta y sin señalización visible, es decir, de forma encubierta. Su objetivo principal es identificar y sancionar a los conductores responsables de infracciones graves.