Prueba

Trofeo: un paso más para tener un auténtico Maserati de todo uso

Esta versión especial del Grecale es un SUV de lujo con un motor V6 que rinde 530 cv

Trofeo: un paso más para tener un auténtico Maserati de todo uso
Trofeo: un paso más para tener un auténtico Maserati de todo usoMaserati

Un SUV para los que no quieren renunciar a nada. Para los que buscan un todocamino con amplio espacio interior, pero sin renunciar a toda la deportividad y el carácter que imprime la marca Maserati y que, en la versión Trofeo de este Grecale, llega a la máxima expresión. Puede ser un cómodo coche familiar, incluso todocamino, pero cuando apretamos a fondo el acelerador y jugamos con los modos de conducción se convierte en un deportivo radical y divertido. Y todo con el estilo y la sofisticación que se espera de un modelo de esta marca de prestigio.

Grecale Trofeo
Grecale TrofeoMaserati

La carrocería del Grecale es, en sus formas generales, similar a la del Alfa Romeo Tonale, con algunas modificaciones importantes, sobre todo, en el frontal, con un gran radiador delantero en el que destaca el tridente clásico, arrebatado a la estatua de Neptuno de la plaza de Bolonia. Es decir, una línea elegante y de gran capacidad interior ya que por sus dimensiones se sitúa en la parte alta del segmento C, ya que mide 4,84 metros de largo, por 1,98 de ancho y 1,66 de alto. Con estas medidas, el espacio interior es más que suficiente para albergar a cinco pasajeros sin apreturas y sus correspondientes equipajes. El maletero tiene capacidad para 570 litros y se puede agrandar abatiendo los respaldos de los asientos posteriores, aunque no se entiende que no se haya incrementado la anchura aprovechando el espacio de las aletas traseras.

Grecale Trofeo
Grecale TrofeoMaserati

En el interior la terminación es propia de los que podemos esperar de un auténtico Maserati. Tapicería en cuero, asientos cómodos y anatómicos que sujetan a la perfección el cuerpo en las curvas, detalles de terminación en fibra de carbono, volante multifunción ligeramente achatado por abajo y todos los controles del coche claramente visibles a los ojos del conductor. En el centro del salpicadero, una gran pantalla incluye todos los servicios de información y entretenimiento y, más abajo, un cargador inalámbrico para el móvil y los botones del selector del cambio. Unos mandos chocantes para un Maserati, pero cómodos para la conducción diaria. Y cuando queramos llevar la conducción al terreno deportivo más extremo, los sustituiremos por las eficaces levas en el volante para jugar con la caja de cambios automática de ocho marchas.

Si con el motor de dos litros y trescientos caballos el Grecale era un coche divertido, al introducir en su parte delantera el bloque de tres litros y seis cilindros en V que llega a los 530 caballos, el resultado es impresionante. El botón de la izquierda en el volante pone todo en marcha y el de la derecha nos facilitará los diferentes tipos de conducción para cuando queramos divertirnos buscándole los límites, que no están fáciles de alcanzar, por cierto.

Modos de conducción

El conductor del Grecale Trofeo podrá elegir entre Comfort, GT, Sport, Off-Road y Corsa. En este último ocaso, el chasis se adapta a las condiciones límites con la suspensión neumática que se auto regula en altura y no entran en acción las ayudas a la conducción. A cambio podemos probar la eficacia del conjunto de frenos Brembo con pinzas de cuatro y seis pistones, que sujetan el vehículo en todas las circunstancias. La estabilidad en curva se ve favorecida por las cuatro ruedas motrices y su diferencial trasero autoblocante de gestión electrónica, con lo que el paso por curva deja asombrados a todos para una carrocería SUV. Su velocidad máxima llega a los 285 por hora, según cifras del fabricante, ya que nosotros no llegamos a alcanzar este registro. Pero sí la aceleración, que pasa de cero a cien kilómetros por hora en sólo 3,8 segundos.

En cambio, no es el mejor coche para ir fuera del asfalto. Sirve para llegar a una finca por camino de tierra, ya que su suspensión se eleva ligeramente, pero no está concebido para ello, empezando por sus llantas de 21 pulgadas calzadas con neumáticos para grandes prestaciones en asfalto. Un Maserati, en suma, que reúne las ventajas de un buen deportivo, pero que no renuncia a los lujos de un automóvil del máximo nivel de comodidad y capacidad. Su precio así lo exige, ya que se sitúa en 130.000 euros.