Aniversario

Diez años de los terremotos de Lorca: “Parece que fue ayer”

La ONG Cruz Roja tuvo que realizar una labor de coordinación sin precedentes en dicha catástrofe, que ha servido de ejemplo para sucesos posteriores

Antonio, un vecino del barrio lorquino de la Viña, junto a uno de los nueve árboles que se han plantado en el Parque 11 de Mayo, en homenaje a las nueve víctimas del terremoto de Lorca de 2011, que ha sido inaugurado este lunes.
Antonio, un vecino del barrio lorquino de la Viña, junto a uno de los nueve árboles que se han plantado en el Parque 11 de Mayo, en homenaje a las nueve víctimas del terremoto de Lorca de 2011, que ha sido inaugurado este lunes.Marcial GuillénEFE

El 11 de mayo de 2011, todo cambió en Lorca. Hace ahora 10 años de los terremotos que asolaron la ciudad, y ante la que Cruz Roja tuvo que responder de inmediato a la catástrofe prestando ayuda de emergencia y desplegando un dispositivo con una coordinación sin precedentes. Se trata de una labor de asistencia que esta ONG siguió prestando tras el seísmo, con algunas acciones que perduran en la actualidad.

“Han pasado diez años, pero parece que fue ayer”, rememoran miembros de la ONG, que recuerdan que el 11 de mayo de 2011 un seísmo de 5,2 en la escala de Richter golpeó la localidad de Lorca, causando la muerte de nueve personas, cientos de heridos y graves daños estructurales en la ciudad. El 80 por ciento de viviendas se vio afectado.

Todo empezó a las 17:00 horas, cuando vecinos de la Región de Murcia e, incluso, de otras provincias limítrofes, sintieron un movimiento premonitorio de intensidad 4,5. A las 18:47 horas, se produjo la peor sacudida y, hasta las 22:37, siguieron registrándose réplicas.

Aunque Murcia se encuentra en la zona de mayor actividad sísmica de España, no existían precedentes de un suceso similar: fue uno de los terremotos más graves de la historia de España, con miles de afectados que aún siguen recuperándose de la onda expansiva, según informaron fuentes de esta ONG.

"Siempre hemos tenido movimientos, pero nada comparable", describe Juan Carlos García, quien entonces era el presidente de Cruz Roja en Lorca, cuya sede también se vino abajo. Recuerda que los primeros momentos fueron de "mucha confusión" ya que Cruz Roja recibía llamadas de todas partes alertando de que se caían los edificios. "Al escuchar la palabra ‘muertos’, nos dimos cuenta de que era algo muy grave", apostilló.

El Ayuntamiento les reunió para coordinar las primeras acciones de evacuación del municipio, "porque incluso el hospital estaba siendo vaciado" pero, al mismo tiempo que prestaba asistencia en la catástrofe, García intentaba localizar a sus familiares. "No sabía dónde estaban ni mi mujer, ni mis hijos, ni mis padres. Esperaba que se hubiesen ido a la casa de la playa", recuerda con angustia.

La reacción de las organizaciones humanitarias resultó esencial en los peores momentos de emergencia, pero también durante los días -incluso los años- posteriores. En un primer momento, Cruz Roja se centró en la asistencia médica y la cobertura de las necesidades básicas de las personas afectadas.

Con el paso de los días, cerca de 200 personas voluntarias, procedentes de toda España, abandonaron sus responsabilidades cotidianas y se integraron en las tareas de ayuda para atender a las más de 12.000 personas damnificadas.

La Organización tuvo que realizar una labor de coordinación sin precedentes y recurrir a procesos innovadores que nunca se habían probado sobre el terreno, como el centro de mando único o el uso de las redes sociales. Se extrajeron aprendizajes decisivos que han sido claves en catástrofes posteriores.

La recta final de la recuperación

Ayer, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, anunció que el Ejecutivo regional concederá al Ayuntamiento de Lorca una subvención por valor de 11,2 millones de euros “que permitirá abordar la recta final de la reconstrucción de la ciudad”.

“Esta misma semana se aprobarán 3.563.000 euros para que el Consistorio pueda llevar a cabo las obras del Vial de Evacuación de los Barrios Altos, el acondicionamiento de la plaza Vera, en el barrio Santa Clara, entre otras cuestiones”, ha puntualizado el presidente.

López Miras hizo este anuncio durante el acto de entrega de las llaves de sus viviendas en el barrio de San Fernando a diez familias lorquinas “para que inicien una nueva vida de prosperidad”.

Hoy es un día histórico para estas familias y también para el Ejecutivo que presido porque este barrio que tuvo que ser reconstruido en su totalidad es el mejor ejemplo de la capacidad de superación que hemos tenido como sociedad, ante una catástrofe sin precedentes en España”.

El barrio de San Fernando fue uno de los más castigados por los terremotos de 2011. López Miras agradeció a sus vecinos "por el ejemplo de esperanza que han transmitido al resto de la Región porque, pese a las dificultades y las adversidades, con su esfuerzo y trabajo han logrado el barrio más moderno y nuevo de toda Lorca”.

Un total de 1.500 personas de Lorca resultaron damnificadas después de los terremotos, algunas de las cuales todavía no han recuperado los hogares que perdieron hace ahora 10 años.

Parque ‘11 de mayo’

Por otra parte, de manera paralela, el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, presidió el acto el que se ha llevado a cabo la instalación del monolito que desde hoy da nombre al Parque ’11 de mayo’ sobre la Rambla de las Señoritas, en el Barrio de La Viña, considerado zona cero de los seísmos.
Con motivo del décimo aniversario de los terremotos que sacudieron Lorca en mayo de 2011, coincidiendo con esta efeméride, y tras el acuerdo unánime del Pleno Municipal, se ha procedido al acto oficial para el nombramiento de este Parque con el nombre de ’11 de mayo’.
Además, se realizó la plantación de nueve árboles, en la zona alta del Parque, junto al auditorio, «como árboles presidenciales que, desde lo alto, actúan como vigías de la ciudad, un árbol por cada uno de nuestros paisanos y paisanas que ese día perdieron la vida, como símbolo, recuerdo y homenaje para que sepan que no les olvidamos. Estos árboles estarán flanqueados por otros ejemplares de chopos como símbolo de arropamiento y solidaridad por parte de todos los lorquinos”.