Medio Ambiente
Ahora o nunca, la hora del Mar Menor
Tras diez días con las playas llenas de peces muertos, Gobierno regional y central acuerdan colaborar
Cuando la plataforma ILP Mar Menor convocó la cadena humana celebrada este sábado para «guardar luto» por el Mar Menor, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no tenía pensado visitar la Región. La estrategia del departamento que dirige pasaba por repetir que era el Gobierno regional el que tenía en su mano poner fin a la agonía que sufre desde hace años la laguna salada más grande de Europa.
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la población murciana había dicho basta y que la batalla política no serviría. La primera prueba fue la importante movilización lograda en plena Vuelta Ciclista para dejar claro su única reivindicación: «SOS Mar Menor».
Quizás por este motivo, Ribera se dio cuenta de que enviar a la Región al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, no era suficiente y programó una visita que acabó con una reunión con el presidente del Gobierno de Murcia, López Miras.
Para entonces hacía diez días que los peces muertos habían sustituido a los bañistas en las playas de La Manga
La activista Teresa Conesa, una de las personas que encabeza la organización de la cadena humana, analiza con esperanza la movilización conseguida.
En declaraciones a Ep aseguró que la respuesta de la sociedad está siendo abrumadora ante la grave situación que está sufriendo el Mar Menor, recalcando que «la población se está dando cuenta de que esta es la solución».
«Llevan muchos años esperando soluciones y solo se está parcheando la problemática, una serie de decisiones que hasta ahora no han solucionado nada».
La urgencia es máxima y esto coinciden con el Gobierno regional, que advierten de que este episodio puede repertirse muy pronto.
El consejero de Agricultura, Antonio Luengo, explicó que se sigue controlando la situación de la laguna salada y que en determinadas zonas se ha detectado el incremento de los niveles de clorofila, es decir, que podrían repetirse episodios de mortandad de peces debido a la falta de oxígeno, pero principalmente, porque a día de hoy, no existen mecanismos para evitar esta situación.
Reclaman al Gobierno central que les autorice a recuperar el calado de la gola de Marchamalo para permitir que el Mar Menor tenga una salida al Mediterráneo para liberar esas bolsas sin oxígeno y también que actúe de inmediato contra los regadíos ilegales cortándoles el agua.
Solicitan también que se ejecuten las obras consideradas prioritarias en el Plan Vertido Cero, tales como el colector norte, para salvaguardar la laguna de los riesgos que producen las altas temperaturas o los episodios de lluvias torrenciales.
Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecólogica recela de este documento sobre el que emitió una declaración de impacto ambiental positiva en 2019. Ribera lo calificó de «obsoleto» tras reunirse con varios colectivos ciudadanos, aunque ante el presidente López Miras, se comprometió a estudiar la ejecución de las actuaciones más urgentes.
En las próximas semanas se verán los resultados de la reunión entre ambas Administraciones y en qué se materializa la colaboración anunciada.
De momento, el cambio más inmediato ha sido la prohibición del uso de fertilizantes con nitratos, para lo demás, aún habrá que esperar a que el Ministerio de Ribera mueva ficha.
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