Los Caballos del Vino estrena el título de Patrimonio Inmaterial de la Unesco tras dos años de parón por la pandemia

No hubo mejor estreno. Más de dos años después de la última edición tras la irrupción de la pandemia, y tras haber conseguido la declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, los Caballos del Vino han regresado como cada 2 de mayo a las calles de Caravaca de la Cruz, en un despliegue épico, emotivo e inolvidable tanto para vecinos, turistas y amantes de las tradiciones.

Engalanando con sus mejores trajes a los caballos, 57 peñas caballistas han participado en la tradicional carrera ante la asistencia de una 150.000 personas ataviadas con camisa blanca y pañuelo rojo, en una emocionante jornada en la que los caballos recorren en apenas unos segundos 80 metros hasta llegar a la explanada del Castillo-santuario de Caravaca.

Una tradición que ha culminado con la victoria de la yegua «Bulería», de la peña Calimocho, que recorrió en 8,257 segundos dicho tramo tras una salida complicada. De hecho, esa misma yegua fue la ganadora de la última edición de los Caballos del Vino, en 2019, por lo que revalidó su liderazgo tres años después.

La peña El Escándalo ha quedado en segundo lugar, tras hacer el recorrido en apenas 8,338 segundos, al que siguió Universo, con una marca de 8,385. El cuarto lugar fue para la peña Flecha Roja cuyo tiempo se situó en 8,390 segundos, y el quinto puesto lo ha ocupado Azahara, con una marca de 8,435.

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, asistió a la tradicional carrera donde señaló que, «por fin, después de dos años, volvemos a disfrutar de esta tradición».

Hizo hincapié en el título de Patrimonio Cultural Inmaterial obtenido en diciembre de 2020, y recordó que también son fiestas de Interés Turístico Internacional. «son ya una fiesta de toda la humanidad, y desde el Gobierno regional vamos a demostrarle todo nuestro apoyo».

Esta jornada comenzó a las nueve de la mañana donde miles de personas se concentraron en el Templete para asistir a uno de los momentos más esperados, la misa de aparición de la Santísima y Vera Cruz, donde se recuerda la historia de la ciudad.