
Fiestas
Murcia se despide con fervor de La Fuensanta
La romería en honor a la patrona de la capital pone el broche de oro a la Feria de Septiembre, con una afluencia multitudinaria cercana a las 800.000 personas

“Que nos proteja a todos y que se acuerde también de la guerra, a ver si terminan de matarse unos a otros y podemos vivir en paz”. Esa es la petición que ha hecho públicamente Pedro Sánchez-Campillo, un vecino de 92 años del murciano barrio de Santa María de Gracia que, a pesar de su avanzada edad, no ha querido perderse la tradicional romería de la virgen de La Fuensanta en su regreso a su santuario del monte, en la pedanía murciana de Algezares. Plegarias similares han hecho en la jornada de este martes miles de romeros, que han tenido a bien asistir al día grande de la Feria de Septiembre en la capital en una calurosa jornada, algo que no ha desanimado a los fieles que han peregrinado con fervor al lado de "La Morenica". Según fuentes del ayuntamiento de Murcia, la romería se ha saldado con una asistencia multitudinaria y con unas cifras cercanas a los 800.000 asistentes.
El punto final a las fiestas de Murcia ha dado comienzo a las 7 de la mañana en La Catedral, donde se ha celebrado la tradicional misa, a la que han asistido cientos de personas, y que ha estado oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. Una eucaristía en la que el obispo ha tenido palabras muy cariñosas para la patrona de Murcia, a la que se ha referido en clave de pasión, de fe y de caridad. “Hoy es una oportunidad para quitarle la sed a Cristo, de tanta sequedad que producen en el mundo las guerras, los desaires, las dificultades de relaciones de unos y de otros, de naciones y de personas”, ha asegurado durante la homilía Lorca Planes en un templo a rebosar de devotos.
Uno de los momentos más emocionantes se ha producido cuando la Virgen de La Fuensanta ha salido de la Catedral para recorrer los 8 kilómetros que separan el templo de su santuario de Algezares. Primero, por la imagen que ha dejado -una plaza del Cardenal Belluga a reventar de fieles- y, por otro, porque el imafronte ha podido lucir en todo su esplendor, después de las obras de rehabilitación que cubrían la fachada. "La Morenica" ha vestido en esta ocasión un manto muy especial: una pieza de seda bordada con hilo de plata, que ha sido confeccionado por la fábrica Garín de Valencia, que ha recuperado la tradición de los siglos XVIII y XIX. La vestimenta ha sido donada por la familia García de Andrés y Martínez, propietarios de las populares confiterías Luis Miguel, santo y seña de la repostería en la capital.
El evento ha contado con una nutrida representación política, entre ella, el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, que ha querido estar presente en este día tan señalado en el calendario de todos los murcianos. El jefe del Ejecutivo autónomico ha calificado esta festividad como “muy emotiva”, a la vez que ha aprovechado para pedir “por todos los murcianos que tienen la suerte de vivir en la Región de Murcia”. Además, huelga decir que López Miras es miembro de la Real Hermandad de Caballeros de La Fuensanta, que rinde tributo a la patrona de la ciudad. Por su parte, el alcalde de la capital, José Ballesta, visiblemente emocionado, ha destacado que “hoy es un día de fiesta en el que ese sentimiento murciano de cercanía, de humanidad, de compartirlo todo, de estar todos juntos, se manifiesta en las calles de Murcia de una manera palpable”. El líder del PSOE murciano y recientemente nombrado delegado del Gobierno en la Región, Francisco Lucas, también ha tenido palabras halagadoras para "La Morenica" y ha resaltado que su devoción por la patrona de la ciudad se la debe a su progenitora. “Siempre he vivido este día con pasión, una tradición que me transmitió mi madre, como a tantos murcianos”, ha apuntado Lucas. Quien también ha asistido a este acto ha sido el líder de Vox en la Región de Murcia. José Ángel Antelo ha trasladado que este acto religioso se entiende desde “la defensa de nuestra identidad nacional, de nuestra cultura, de nuestra tradición”.
El cortejo religioso de La Fuensanta, antes de llegar a su "camarín" en el monte, ha hecho su tradicional parada en la iglesia del murciano barrio del Carmen, donde ha recibido la tradicional lluvia de pétalos -la "petalada"- en un encuentro con la Virgen del Carmen, que ha emocionado a los cientos de devotos allí congregados.
Despliegue de seguridad
La multitudinaria romería ha estado respaldada por un amplio dispositivo de seguridad, que ha estado coordinado por la concejalía del ramo del ayuntamiento de Murcia. El edil competente, Fulgencio Perona, ha explicado en declaraciones a LA RAZÓN, que el operativo ha estado compuesto por 350 agentes de la Policía Local de Murcia (la mitad de la plantilla), 30 miembros de Protección de Civil y 3 técnicos, que han operado un dron para llevar a cabo las labores de vigilancia desde el aire, a fin de controlar el flujo de personas y evitar que se produjesen heridos en los momentos de mayor aglomeración. También han participado 73 voluntarios de Cruz Roja, que han contado con la asistencia de socorristas, médicos, técnicos de Emergencias, además de dos retenes de bomberos.
A las 14 horas del martes, instantes antes de que la patrona de Murcia hiciese entrada a su santuario, el servicio de Protección Civil del Ayuntamiento de Murcia ha informado de un total de 81 asistencias, la gran mayoría de ellas por causas leves, como síncopes a causa del calor, o pequeñas heridas.
Un regreso, el de La Virgen de La Fuensanta, a la pedanía murciana de Algezares, que ha estado repleto de emoción y de fe mariana, hasta que la patrona de Murcia regrese nuevamente a la capital con motivo de la Semana Santa. Pero eso será, el año que viene.
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