Opinión

Invencible

Que pudo ser penalti el codazo de Asamoah a Carvajal y gol el zurriagazo que el larguero despejó a Kroos. Que pudo ser... Como la mano de Casemiro dentro del área, pero estaba tan próximo al rematador que ante la duda Çakir no intervino. Fue capeando el temporal el árbitro turco con decisiones cuestionables, algunas. Lo que no ofrecía dudas era el gol de Cristiano a Buffon con sólo tres minutos de partido, o la puntilla del ariete al grandísimo portero: una «chilena» colosal (min 64) para arruinar las ilusiones de la Juve, que con 0-2 se quedó con diez por expulsión de Dybala.

Había alineado Zidane el «once» de Cardiff, esa legión invencible que pretende emular a la de John Ford, con Ronaldo en plan John Wayne.Ese equipo no pierde; aunque su composición obedece a situaciones diferentes. En la final de la Champions, Bale no entró desde el inicio porque agotaba el proceso de recuperación. Entonces las lesiones le penalizaban. Ahora la cuestión es diferente: no juega por criterio del entrenador, que prefiere a Isco. E Isco no defrauda. Contagiado de la gracia divina que en la Selección le destapa y le atrapa, el malagueño prolonga ese momento dulce en el Madrid. Sube, baja, va de izquierda a derecha, se ofrece, consigue jugar al primer toque, profundiza y centra para que Ronaldo amargue la noche a Buffon. Zidane no se ha equivocado al alinearle y el ERE temporal de la BBC le está dando resultados, para desgracia de Bale, prescindible aunque sea el verdugo de Las Palmas. No logra reivindicarse, como hace Keylor Navas: ¡qué paradón a Higuaín!, gafado como Benzema, antítesis de Marcelo, que remató el 0-3 para anticipar una semifinal madridista.