Opinión

Tropezón

El Manchester City perdió con el Liverpool 3-0 en Anfield, y en el Camp Nou el Barça goleó 4-1 al Roma. Sobre el papel, favoritos para entrar en semifinales, los dos vencedores... A expensas de esos fenómenos extraordinarios que de cuando en cuando agitan el fútbol y de los que Valverde no reniega sino todo lo contrario. Abonaron la teoría Gabriel Jesús (1-0, 2') y Dzeko (1-0, 6') para dejar espacio a la imaginación. Voló la del Roma hasta el 3-0 y con 4-4 pasó. El Barça jugó muy mal y tropezó ante el rival más «fácil». Tragedia paranormal. La otra papeleta estaba en el casillero de Guardiola, que no toca pelo en Europa desde que ganó la Champions con el Barça en 2011. Con el Bayern fue abatido en tres semifinales consecutivas por el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético; ya en el City, el Mónaco le echó la temporada pasada en octavos. Un año después, el técnico que labró su leyenda junto a Messi, Iniesta, Xavi y Busquets, culpó de aquella eliminación al «árbitro español» Mateu Lahoz, con el que volvió a cruzarse en este partido y le expulsó en el intermedio por protestar como un poseso la anulación del 2-0. Desde la grada vio el empate de Salah y el 1-2 de Firmino. El dinero no da la felicidad.

Finalizada esta eliminatoria, el Roma sigue adelante y también el Liverpool. Cualquier interpretación sobre los resultados es falsear la realidad, y esto no es el «procés», esa suerte de ficción que Guardiola internacionaliza, lazo amarillo en ristre, con mentiras que por muy repetidas no viran a verdades: ni «votaron seis millones de catalanes» por la independencia, ni el proceso transcurre de forma «pacífica» ni Puigdemont es «president». ¿La verdad? Que su City ha vuelto a caer y la culpa es suya, no de Mateu.