Opinión
Fiesta
Martes 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Fiesta relativa. Hay todavía mucho desempleo y hay trabajadores que no pueden dejar de trabajar. Los del Madrid, por ejemplo. El Bayern devuelve visita en esta semifinal de Champions que pinta en blanco. El 1-2 de Múnich es una muralla, más baja que aquella otra que los chicos de Zidane levantaron en Turín y estuvo en un tris de desplomarse en el Bernabéu. La fiesta en este caso será después del partido si el campeón de Europa consigue llegar a la final. Es mejor que el Bayern, pero tiene que demostrarlo.
Transita por la senda del triunfo, tan obvio como que los suplentes, esta vez sí, derrotaron al Leganés. Cristiano está en racha, aunque no marcó en la ida, y necesita tanto culminar la gesta en Kiev como enseñar el torso después de cada gol por poco intrascendente que sea. Cristiano necesita exhibirse, en plan Adonis y en plan reivindicativo. Se habla tanto de Neymar que Bale está más fuera que dentro del Madrid; Benzema, pendiente de un hilo, y él, a la espera de noticias económicas que se dilatan más que las elecciones de la RFEF. Martes 1 de mayo, fiesta y jornada de resaca. Cómo olvidar el undécimo título de Nadal en el Godó. Se antoja eterno y ese aura es el que deslumbra a contrincantes tan tiernos como Tsitispas. Rafa muerde un trofeo tras otro. Es su sello final. Detalle que ha copiado Carolina Marín, por cuarto año consecutivo campeona de Europa de bádminton. En el Viejo Continente no tiene rival; pero no se relaja. Al contrario, vuelve a crecer porque sus metas son mundiales. Y con la resaca, Messi, demoledor, artífice de esta Liga del Barça invencible que hubiese deseado enfrentarse al Bayern, pero esa guerra es del Madrid.
✕
Accede a tu cuenta para comentar