Opinión

Hay clásico

Zidane destierra el pasillo y Valverde no lo reclama. Tampoco Iniesta, que él solo merecería uno con vistas al universo. Sería un detallazo que los jugadores del Madrid honraran al astro que después del Mundial cambiará radicalmente de fútbol, al trasladarse de Barcelona a Tianjin, donde le espera el Quanjian. Zidane escuda su rechazo en que cuando ganó el Mundial de Clubes el Barça no le rindió honores... «porque esa competición no es la Liga». El caso es que uno por otro, la casa sin barrer, sobre todo el pasillo. Se ve que la deportividad no está de moda, ni entonces ni ahora. Así que fin de la monserga y al grano.

A cuatro jornadas del final de Liga para el Barça y el Madrid asoma el Clásico sobre el que, antes de echar a pies, los protagonistas tendrían que preguntarse «¿a qué jugamos?», o mejor, «¿qué te juegas?». Con el campeonato resuelto y la Copa en el bote azulgrana; con los blancos enfocados hacia la final de Kiev, a priori el encuentro deriva hacia derroteros menores; aunque no banales. El Barça puede alejar al Madrid del Atlético en la clasificación y el Madrid, romper el precinto del invicto Barça. Qué más... El entrenador Zidane nunca ha perdido en el Camp Nou y en su debut rompió con 1-2 la racha invencible de Luis Enrique, 39 encuentros sin conocer la derrota... Messi enfila hacia su quinta Bota de Oro con 32 goles –Cristiano suma 24–, uno más que Salah y también dos partidos más que el egipcio por delante... ¿Y CR? Siempre quiere marcar y ganar, pues lo que él se juega es el orgullo, en ese interminable pulso con Leo; el honor, en el caso de ambos equipos. Y eso son palabras mayores cuando de aquí a la final de Champions aún tendrán que disputar tres partidos de Liga.