Palma de Mallorca

La «franquista» batalla de Trafalgar

El espectáculo del Ayuntamiento de Palma, retirando del callejero por ser «franquistas» los nombres de ilustres españoles como los marinos héroes de Trafalgar Churruca y Gravina, de Cervera —paladín de la guerra de Cuba— e incluso el de la ciudad de Toledo, ha puesto de relieve hasta dónde pueden llegar el sectarismo político y la estupidez de la mano de los adalides de la nefasta «Democrática Memoria».

Ante el lógico revuelo provocado, argumentan que las calles fueron denominadas en 1942 por un «ilegal e ilegítimo ayuntamiento», en honor a los buques así bautizados y que apoyaron el alzamiento. Pero resulta que ni siquiera esa coartada se ha acreditado como cierta, ya que sus dotaciones y los navíos permanecieron con la República. En cuanto a la imperial Toledo, se la ha castigado por su connotación con la heroica gesta de Moscardó en el Alcázar. Ante la protesta de la edil socialista toledana, su comilitón balear va a mantener la dedicatoria, pero en otra calle para evitar cualquier relación.

A partir de ahora, habrá que revisar el callejero bajo la premisa de que los personajes históricos, las ciudades y todo el reino animal o vegetal serán franquistas si merecieron homenaje entre 1939 y 1975.

Lo primero que debe hacer la alternativa en cuanto sea posible es derogar esa ley, auténtico atentado al espíritu de concordia de la Transición y al sentido común. Son las consecuencias de renunciar a la batalla ideológica y de los valores. Pero más vale tarde que nunca.