Política

En el sitio correcto

La forma de afrontar la pandemia en Madrid es un buen ejemplo de gestión templada e inteligente

En España gobierna la izquierda combinada y coaligada del Podemos más radical y el PSOE más radicalizado. Es una mala combinación ante la que la mejor alternativa es el equilibrio y la moderación, a través de la sensatez, el pragmatismo y el posibilismo, sin renunciar a los valores y principios de una ideología liberal y reformista, que defienda la igualdad de los españoles, la unidad de la Nación y el imperio de la ley. Uno de los principales ejemplos de este choque de radicalidades lo tenemos en relación a la pandemia del Covid 19, un drama inédito y brutal que amenaza la vida, la salud y el futuro de los españoles. Frente a ella, la izquierda ha reaccionado de la peor manera posible, con medidas tardías, escasez de medios, poca iniciativa y, lo que es peor, con un único marco legal, el estado de alarma, caracterizado por las restricciones, prohibiciones y limitaciones, así como por la obstaculización permanente del desenvolvimiento de sectores económicos y culturales vitales, basando todas sus decisiones en la falta de confianza en la responsabilidad personal de los españoles. Ello ha llevado a que la alarma haya sido la única respuesta jurídica de un Gobierno liberticida y sancionador. Frente a esto, en el otro extremo del arco ideológico, otros están adoptado peligrosas posiciones muy próximas al negacionismo, adoptando posiciones maximalistas, más pendiente de la propaganda ideológica que de la defensa de la salud, que ha ocupado un orden muy secundario en las prioridades de estas formaciones políticas. Son pocas las aportaciones sustanciales que les hemos escuchando y en el debate sobre medidas como la restricción de movilidad nocturna, ese límite horario establecido en el actual estado de alarma, se condensa gran parte del irresponsable postureo político. En medio, en el centro geométrico exacto entre el prohibicionismo y el negacionismo, defendiendo la salud y la economía, la vida y el futuro, es donde han estado el Partido Popular y la Administración de la Comunidad de Madrid, por ponerla como ejemplo paradigmático de buen gobierno frente a la crisis. Medidas tempranas en la primera ola, medidas pragmáticas y generosas frente a la escasez de aquellas difíciles semanas, medidas equilibradas en la desescalada, medidas quirúrgicas y focalizadas en la sucesión de olas y curvas y, en todo momento, decisiones que afrontaban lo coyuntural y lo estructural, siempre con proyectos e iniciativas sólidas, de los que el hospital temporal de Ifema y el mayor hospital permanente de pandemias de Europa son magníficos testimonios. Frente a la doble radicalidad que representan la coaligada izquierda sanchista, y, por otro, los que piden no hacer nada, la forma de afrontar la pandemia en Madrid es un buen ejemplo de gestión templada e inteligente, guiada por el pragmatismo, el respeto a las libertades, la empatía con quien sufre y una sabia mezcla de mirada a corto plazo, procurando salud y vida, y también a largo plazo, pensando en el empleo, la economía y el futuro. Se trata de estar en el sitio correcto y en el equilibrio que tiene como único objetivo el interés general.