El cuaderno de Chapu Apaolaza: Todos los funerales parecen el último

Notas del quince de julio: ya falta menos, pero no sabemos cuánto. En el Palacio Real se ha celebrado el homenaje de Estado a las víctimas del Covid y me refiero a las víctimas del Covid que hubo después del último homenaje a las víctimas del Covid. Pasamos la peor pandemia del último siglo con el duelo suspendido, como si nos hubieran arrancado la pena. La única certeza que vamos adquiriendo con los nuevos homenajes es que vendrán más muertos nuevos, más lágrimas, más dolor. Para recuperar el tiempo perdido hay gente que va a dedicar las vacaciones de agosto a llorar. Un verano a moco tendido.

Si uno se fija, todos los funerales parecen el último. Todos los muertos parecen los últimos. Todos los años parecen el último año en que no habrá sanfermines. Todas las veces que sale Fernando Simón a hacer así con la mano diciendo que hay que aplanar la curva y a uno le entran ganas de echarse debajo de la mesa del salón en posición fetal, pensamos que va a ser la última. Hasta Sánchez, que no suele repetir vestuario, ha derrotado al virus al menos dos veces.

Saldremos adelante, pero no sé si saldremos de noche. Vivimos una cuenta atrás a un tiempo que no existe. Ya estamos llegando a dónde. Queda un mes para alcanzar la inmunidad de grupo y después, qué. Hemos alcanzado el verano, la incidencia de 500 contagios por 100.000 habitantes. El dos de abril murieron 964 personas. Ayer contaron 41. Aquellos parecían menos y estos, más.

Cabe esperar el momento en el que se decida seguir adelante con la vida como era o es que de tanta distancia se nos va a quedar holgura. Sobre mi Españita pende una pregunta que da pavor hacerse. ¿Cuántos muertos se pueden considerar tolerables para volver a la vida normal? Si no somos capaces de acordar que Cuba es una dictadura, difícilmente podremos convenir cuánta gente fallecerá por Covid, y sobre todo cuántos morirán de pena, de asco, de locura y  de aburrimiento. ¿Seremos capaces de plantearnos cuánta gente caerá por salvara a cuánta gente? Claro que no existe una respuesta, solo el silencio, las flores y los homenajes. Todas las muertes son definitivas, sobre todo la propia.

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