El cuaderno de Chapu Apaolaza: ‘Handsome’ Sánchez

En EE UU cosifican al jefe de Gobierno de España, pero siempre es mejor eso a que hagan chistes con una deuda pública equivalente 125% del PIB

Notas del 22 de julio, calor y mogollón normativo por el uso de la mascarilla. Por los platós de Estados Unidos se mueve Pedro Sánchez mejor que Fred Astaire: baila  agarrado a una farola y menea un sombrero de copa del que salimos usted y yo. Siempre canta bajo la lluvia.

Sánchez habla inglés fluido en las entrevistas y ese es uno de los orgullos del Pedrette. Me quiero acordar del chiste de un navarro que nunca había salido de España y que iba a Kentucky. Como no sabía hablar inglés se había aprendido de memoria la frase clave de su viaje y durante el vuelo, repetía sin cesar para que no se olvidara: “One ticket to Kentucky”. Al fin, ya en la ventanilla de la estación soltó la frase: “One ticket to Kentucky” y cuando le preguntaron: “On the bus?”, respondió: “¡A Kentucky; ya te he dicho!”

La cosa es que los gringos aman a His Pedrity. Les gusta su piel. La revista Metro Style ha titulado un perfil sobre él con esta frase “¿Por qué habla todo el mundo del primer ministro Español conocido como Mr. Handsome (Mr. Guapo)”. En el texto, llaman la atención sobre el hecho de que Sánchez es “Muy caliente” y que está “abrasadoramente bueno”, pero siempre en una versión calenturienta del clásico “Señor español”, no como Justin Trudeau que siempre tiene cara de frío, lo que por otra parte resulta indiscutible. Uno de los párrafos mejores relata cómo ganó la moción de censura por los pelos en una maniobra muy ‘Spicy’, picante o quizás picantona. Puede parecer irrespetuoso para el representante de todo un país que no siendo Konrad Adenauer, tiene derecho a ir por ahí sin que lo traten como a un ‘boy’. Si lo piensas bien, nos viene mejor que cosifiquen al jefe de Gobierno de España a que hagan chistes con la deuda pública equivalente 125% del PIB.

Al fin y al cabo, ‘Bienvenido Mr. Handsome’ es una suerte de venganza a ‘Bienvenido Mr. Marshall’ y al final, el sanchismo tiene ese aire de ganador que resulta  profundamente gringo y que habita en el presidente cuando va por ahí como si saliera de meter una canasta en un partido de la NBA. Ah, Sánchez, barras y estrellas, ‘repellado’ de la Casa Blanca, Sánchez Globe Trotters y vuelo sobre el Pacífico en el Air Force One, two y three. Tirarán la estatua de Colón y pondrán una suya.

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