Macarena Olona

El «diputado de oro» de Olona

«No imagino a Vox al lado de socialistas, comunistas y antisistema para que no gobierne Juanma Moreno»

Todo el mundo conoce el concepto de la «acción de oro» que se puede reservar el Estado en un proceso de privatización para impedir que se adopten determinadas decisiones. Es una acción nominal que permite vencer al resto de los accionistas en determinadas circunstancias. Esta idea me vino a la memoria escuchando a Macarena Olona, la aspirante de Vox a la Junta de Andalucía, durante el debate de candidatos del pasado lunes por la noche. En un determinado momento aseguró que si el PP necesitaba a Vox, aunque fuera un único diputado, tendría que formar un gobierno de coalición. Es un escenario insólito. Este tipo de sobreactuaciones son típicas en política, aunque bastante difíciles de llevar a la práctica. Olona debió de pensar que tendrá un «diputado» o «diputados de oro» que le permitirá tener mando en plaza como si hubiera ganado las elecciones con mayoría absoluta. Es lo nunca visto. No soy el oráculo de Delfos, aunque me gustaría, por lo que no sé si mantendrá o no el pulso hasta el final, pero no imagino a Vox votando con el PSOE, Izquierda Unida, Podemos, Adelante Andalucía… para impedir que Juanma Moreno sea el presidente de la Junta.

A lo mejor sucede, pero tengo la impresión de que los andaluces entenderían mal una repetición electoral porque Olona utilizara su «diputado de oro». He de reconocer que nunca me creo lo que dicen los políticos en campaña electoral, aunque también soy muy escéptico, incluso, cuando no están en ella. Es lo mejor para no llevarse desengaños. Los subterfugios para justificar que no se cumplan los compromisos electorales son numerosos, imaginativos e incluso muchas veces consistentes.

Todo el mundo recuerda lo que decía Sánchez sobre el fracasado Pablo Iglesias, el ave fénix de la pijoizquierda, los independentistas o los bilduetarras. Por supuesto, lo mismo sucede con los dirigentes de otros partidos. Rajoy tiró a la papelera reformas importantes y compromisos fundamentales con la excusa de que lo único importante era afrontar la crisis económica. Esto y la corrupción le desalojaron de La Moncloa. Por tanto, estoy convencido, aunque a veces estoy muy seguro en mis errores, de que no se producirá ese escenario mágico del «diputado de oro» y que Olona no votará al lado de los socialistas, los comunistas y los antisistema.