Literatura

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Los reyes godos

La Razón
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En mi infancia, una de las pruebas de fuego en los colegios era recitar de memoria la lista de los 33 reyes godos. Recuerdo que en esa especie de torneos de conocimientos que se solían realizar en mi escuela, estas pruebas se hacían en el pequeño teatro del centro, con todas las butacas llenas, profesorado con el director a la cabeza, los alumnos y la mayoría de los padres de los mismos. Al llegar mi desafío, nos tocó justamente la famosa lista, me llene de alegría, era capaz de decirla 10 veces seguida sin posible error. Para colmo de la dicha, mi rival era de los peores estudiantes, pasaba por falto de capacidad para memorizar, Antonio H. -con el tiempo se convirtió en un estupendo empresario y consiguió un alto nivel económico- con lo que estaba seguro que fallaría, así fue, comenzó titubeante: Ataúlfo, Sigérico, Walia. Con el tercer rey se quedo mudo y, mientras pasaba el tiempo establecido, yo me regodeaba interiormente, ganaría el punto y haría ganar a mi equipo, hasta ese momento estábamos empatados. Apenas oí aquello de turno para Enrique, lleno de orgullo y dándome por vencedor, con llegar a Teodorico el punto era mío. Avancé desde mi asiento hacia el centro del escenario como si fuese a cantar el aria de Turandot. Ataúlfo Argenta, las risas fueron instantáneas, la seguridad me había jugado una mala pasada, dije el nombre completo del mejor director de orquesta de España en esos momentos, que además era personaje muy conocido... Esta anécdota viene a cuento de que hemos convertido el lenguaje en un montón de siglas. Ayer leía: La CEOE espera cerrar este mes el aumento salarial. La CNMV aprueba la ampliación de capital del banco de Santander. La Reina doña Letizia preside una reunión de la FAD. Isolux solicita concurso. Putin y Trump se reunirán por primera vez -que se sepa- en la cumbre del G20. Un inspector de la UDEF dice ahora que el PAC de Gürtel no es Correa. Detenido en Madrid por elaborar propaganda del Daesh... Así podríamos llenar miles de paginas. Hay que estar con el ordenador al lado para saber a quién o a qué corporación pertenecen el aluvión de siglas que oímos o leemos a diario. Qué decir de los políticos, que hablan en el Parlamento teóricamente para todos los españoles y a la mayoría les pasa como a los estudiantes de mi época, que no saben la lista de los reyes godos, que al lado de la ensalada de siglas, la citada lista es una fruslería. Lo dejó bien claro en sede parlamentaria, aunque fuese catalana, Jordi Pujol, cuando dijo aquello de "pero que coño es eso de la UDEF": totalmente de acuerdo con él, claro solo en ese punto.

Añadamos a todo lo anterior que la informática en general ha terminado haciendo vagos a nuestros cerebros. Hasta hace 2 décadas, todos memorizábamos como poco, 20 números de teléfonos: mujer, novia, hermanos, abuelos y amigos en general, aparte de bancos, incluso de algunos restaurantes. Hoy, como damos a la teclita, hemos abandonado el entrenamiento cerebral, dejando vacío nuestro principal órgano, de infinita información, que hemos ido pasando a los ordenadores. Esto último es aplicable a nuestra juventud, donde lo mas avanzado que conocíamos era el teléfono y el telégrafo, que les voy a decir de los que han nacido con la tablet incorporada, no han memorizado prácticamente nada.

En el reciente viaje a Sevilla de María Codama, la viuda de Jorge Luis Borges, con motivo de la exposición sobre el genio argentino que se realizó en la Fundación Cajasol, ella comentó que en los años que Borges estuvo en USA, siempre en sus conferencias por las universidades hacia hincapié en que incluso en las facultades mas avanzadas hay que mantener viva la enseñanza que hay que guardar en nuestros cerebros, porque de lo contrario terminaremos sin saber casi nada de la vida, ni de la historia, solo seremos especiales en la rama que elegimos para desarrollar nuestro trabajo, eso si, siempre acompañados de nuestra maquinita que nos surta al momento de aquello que necesitamos, y esta será la causa, que al final la máquina, tenga el veloz desarrollo que tenga, se imponga sobre el ser humano, vaciado de contenidos propios y dependiente de su pequeño aparato , hasta para lo más elemental, esto le decía Borges haca 30 años, cuando la informática estaba en mantillas. Así que aunque sea domingo, lo que procede es que todo el mundo se aprenda la lista de los 33 Reyes Godos.