Política

Angel del Río

Paso a paso

La Razón
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A los que viven en estos días la pasión por escaparse de Madrid, el vía crucis de la carretera o el calvario del atasco, se unen los que prefieren quedarse para disfrutar de la Semana Santa religiosa, gastronómica y cultural. Semana Santa en Madrid de cofradías, capirotes, chisporroteo de cirios que se consumen en las procesiones por las calles del casco viejo, calles perfumadas con aroma a cera derretida e incienso quemado. No hace falta irse fuera para vivir dentro todas las tradiciones, actos y recogimiento de los cortejos procesionales. El buen tiempo permite también disfrutar de las terrazas, como lugares precursores de un verano que se ha adelantado en la climatología cuando acabamos de estrenar primavera; hacer turismo por la capital y disfrutar de una gastronomía con identidad propia, como son las torrijas, los buñuelos, o el potaje madrileño, en primer puesto en el menú de restaurantes y casas de comidas.

En la parte más espiritual, la Semana Santa de Madrid nada tiene que envidiar a la que se escenifica en otros lugares de la geografía española. En los últimos veinte años se ha publicitado, promocionado y conseguido que las procesiones madrileñas, y otros actos litúrgicos, hayan crecido en popularidad y acogida, hasta el punto de que se ha incrementado el número el número de las que salen a las calles en estos días. La novedad de este año la encontramos en la procesión de «la Borriquita», que pasado domingo salió por primera vez desde la iglesia de San Sebastián, de la calle de Atocha, y recorrió el Madrid de las cavas y el de los Austrias, con gran afluencia de fieles y curiosos.

Semana Santa de Madrid, paso a paso, imagen a imagen, algunas de éstas, verdaderas joyas de la imaginería religiosa, como la del Cristo de la Fe y el Perdón, Nuestro Padre Jesús Nazareno «El Pobre», el Divino Cautivo, Jesús del Gran Poder, María Santísima de la Esperanza Macarena, o Jesús Nazareno de Medinaceli. Y en los pueblos de nuestra Comunidad, también encontraremos actos tradicionales e imágenes de indudable valor, pero sobre todo, la representación de la Pasión viviente en Chinchón, de Interés Nacional. Semana Santa para quedarse, y seguirla paso a paso.