Aeropuertos

Los controladores y sus privilegios

La Razón
La RazónLa Razón

Un paro de controladores nos despierta en la memoria pésimos recuerdos. Aquel conflicto de finales de 2010, con el gobierno socialista, que obligó a militarizar el servicio y cerrar el espacio aéreo. Cientos de miles de pasajeros resultaron perjudicados, además del terrible quebranto a la imagen de España. Los controladores sufrieron un durísimo reproche social y millonarias penalizaciones judiciales. Ahora, vuelven a las andadas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Anuncian huelga a partir del 20 de junio, arranque de la temporada turística, clave para nuestra economía. Se quejan de unas condiciones de trabajo con «exceso de horas» y «falta de descanso» derivadas de la falta de plantilla. La respuesta del gestor de navegación aérea Enaire, matriz de Aena, ha sido mostrar su absoluta disposición al diálogo, además de aumentar la plantilla en Cataluña en 58 efectivos este verano. Estamos de nuevo ante un pulso al Ejecutivo y al país de un estamento profesional privilegiado que goza, por ejemplo, de sueldos extraordinarios. Sería grave e inexplicable que la amenaza de la huelga se consumara cuando el gestor quiere solventar el contencioso con diálogo. La palabra es mejor que un chantaje. Tomar a los pasajeros como rehenes no debe reportar beneficio alguno.