Sin Perdón
Los gallegos censuran a Sánchez
«Pedro Sánchez puede llevar a su partido a una crisis tan grave como la que sufrieron los socialistas franceses, griegos e italianos»
El análisis del resultado de las elecciones gallegas muestra una clara censura a Sánchez y su forma de gobernar. La participación fue muy elevada, por lo que se confirma el interés que tuvieron los votantes de acudir a las urnas. Al PP le fue muy bien. El intento de la izquierda política y mediática de cuestionar el liderazgo de Feijóo fue otra de esas burbujas que organiza La Moncloa con escaso éxito. A estas alturas, el radicalismo y frentismo del sanchismo solo le funcionó en las pasadas generales, pero ha cosechado un sonoro fracaso este domingo. El desastre socialista no es el resultado de sus cambios de liderazgos y otras interpretaciones voluntaristas de sus palmeros, sino de la sumisión a las formaciones nacionalistas. Al final, los votantes prefieren votar al original en lugar de la copia. Sánchez quería que Ana Pontón fuera la presidenta de un gobierno de Frente Popular. Los votantes no quieren el sanchismo, pero nadie asume la responsabilidad del resultado y se ha confirmado a Besteiro como líder del partido. No tiene mucho que liderar. No ha llegado ni al 15 por ciento de los votos y ha quedado por debajo de los diez diputados.
La censura gallega al sanchismo es un dato objetivo, porque ha incluido, además, a su socia Yolanda Díaz. España se está llenando de bastiones del PP, ya que el poder territorial socialista es cada vez más pequeño. Sus únicos presidentes autonómicos son los de Castilla-La Mancha y Asturias. ¿Dónde está el PSOE que tenía la vocación de vertebrar España desde la izquierda? No existe. Ha sido sustituido por las tácticas sanchistas y los principios radicales y populistas de la agenda del Grupo de Puebla. No parece que sea el camino que les conducirá a recuperar el terreno perdido, ya que cada vez está más lejos de la centralidad. El secretario general del PSOE debería reflexionar sobre aquello que está haciendo mal y abandonar la estrategia de la confrontación bronca y permanente para movilizar al electorado de izquierdas. Es bueno que recuerde que puede llevar a su partido a una crisis tan grave como la que sufrieron los socialistas franceses, griegos e italianos.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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