El trípode del domingo
La Salette y la caída de Roma
En la Salette la Virgen anunció que el emperador (Napoleón III) traicionaría al Papa y que Dios le castigaría por ello.
La semana que viene incluye fechas muy señaladas en la bimilenaria Historia de la Iglesia; especialmente los días 19 y 20 de septiembre, además de finalizar el próximo domingo 24 con la fiesta de la Virgen de la Merced, de tanto arraigo y tradición en Barcelona.
El día 19 es la fiesta de la Virgen de La Salette, aparición mariana sucedida en esa fecha de 1846. Considerada de notable importancia, fue definida en estos términos por san Juan Pablo II en su peregrinación de 1996 a su santuario con ocasión de su 150º aniversario: «Se trata de una mariofanía que está situada en el corazón de las profecías». Esta aparición es la segunda de la constelación sucedida en Francia en el siglo XIX, que inauguró el tiempo que Pío XII denominó «La era de María», precisamente tras el punto de inflexión en la Historia de Occidente que unos años antes significó la Revolución Francesa. Este tiempo comenzaría en la Rue du Bac en París en 1830 y, tras La Salette, le seguirá Lourdes en 1858, Pontmain en 1871, cerrando este ciclo Pellevoisin en 1876. Todas ellas reconocidas como sobrenaturales por la Iglesia, le seguirán muchas otras durante el siglo XX en España y otros lugares del mundo. Es de destacar también la similar serie de revelaciones sucedidas en España en ese periodo: Chauchina (Granada) en 1906; Ezkioga (Guipúzcoa) en 1931; Umbe (Vizcaya) de 1941-1989, Chandavila, en La Codosera (Badajoz), en 1945; San Sebastián de Garabandal (Cantabria) de 1961-1965, y El Escorial (Madrid), de 1981-2002.
El día 20 de septiembre es un aniversario muy doloroso para la iglesia: en esa fecha de 1870 caía Roma, durante mil años capital de los Estados Pontificios, y el Papa beato Pío IX se recluía en el Vaticano considerándose prisionero. Esa situación se prolongará durante 59 años afectando además a los pontificados de León XIII, san Pío X y Benedicto XV. Durante el pontificado de Pío XI se creará el Estado de la Ciudad del Vaticano el 11 de febrero –fiesta de la Virgen de Lourdes– de 1929, en virtud de los acuerdos lateranenses entre la Santa Sede y el Reino de Italia.
En la Salette la Virgen anunció que el emperador (Napoleón III) traicionaría al Papa y que Dios le castigaría por ello. Así fue: el 20 de septiembre el Papa se consideró prisionero en el Vaticano y unos días antes, el 2 de septiembre, Napoleón III era derrotado en la batalla de Sedán por Bismarck. Desde allí fue enviado al exilio en Londres.
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