El PSC se abre a reformar la inmersión lingüística en Cataluña

El PSC ha roto su alineamiento con los partidos nacionalistas en materia lingüística, tras años de respaldo conjunto a la inmersión en Cataluña, un modelo tan controvertido como sacralizado desde que se pusiera en marcha a principios de los años 80. Los socialistas catalanes han pasado ahora a cuestionarlo. tal y como ha quedado reflejado en el programa marco para el XIV Congreso de los socialistas catalanes, que se celebrará entre el 13 y el 15 de diciembre, donde se abre a «flexibilizar» la inmersión lingüística en las escuelas catalanas, pese a que desde su inicio, en el año 1984, ha mostrado un apoyo total a esta línea educativa.

En el documento, todavía abierto a enmiendas, se considera que el «pacto de convivencia en materia lingüística» se ha «roto» por la «instrumentalización» que han hecho los nacionalismos de la lengua para «el proceso independentista», que «ha asociado el catalán a su causa, y por una utilización partidista alrededor de su uso, especialmente en la escuela». «Ante el riesgo de que la lengua materna se convierta en un factor de división social, los socialistas volveremos a hacer todo lo posible por una convivencia efectiva y afectiva del catalán y el castellano, haciendo desaparecer la confrontación entre lenguas que está poniendo en riesgo la convivencia y el patrimonio lingüístico», añade.

Ante este diagnóstico de la situación, los socialistas catalanes apuestan por defender el catalán y el castellano a través de un «modelo plurilngüe en la escuela con la flexibilidad que la realidad sociolingüística» exige. Un planteamiento que ha levantado ampollas entre el bloque soberanista, aunque también en el propio grupo parlamentario, que comparte con Units per Avançar, partido heredero de Unió. En este sentido, ERC, JxCat o los «comunes» acusaron al PSC de tratar de pescar en el electorado de C’s con este giro, mientras que Ramon Espadaler, líder de Units, aseguró ayer que no le «temblarían las piernas por hacer un voto diferenciado» del PSC en una votación sobre la inmersión lingüística, por defender el modelo actual.

La maniobra también cobra especial relevancia por el momento político en el que se produce: en la antesala de unas elecciones catalanas y cuando C’s, un partido que nació como antídoto a la inmersión lingüística, ha entrado en barrena y las fuerzas constitucionalistas alternativas, tanto PSC como PP, aspiran a atraer a buena parte de su electorado.

Sin embargo, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, afirmó ayer que no se plantean «cambiar el modelo o la ley» de la inmersión lingüística en las escuelas, y apostó por mejorar la educación y el citado plurilingüismo. Explicó que «hay algunas zonas que pueden necesitar un refuerzo del catalán, otras que lo pueden necesitar del castellano, y todas en general del inglés».

La inmersión lingüística sitúa el catalán como lengua vehicular en las aulas y deja el castellano –estudiado como Lengua Castellana– a dos horas semanales en primaria y tres en secundaria y bachillerato.