Santoral

¿Qué santo se celebra hoy domingo 27 de agosto? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

En el santoral de este 27 de agosto se conmemoran varios santos y beatos, aunque destacamos la historia de Santa Mónica de Hipona

Cuadro de Ary Scheffer (1846) que retrata a San Agustín de Hipona junto a su madre, Santa Mónica | Dominio Público
Cuadro de Ary Scheffer (1846) que retrata a San Agustín de Hipona junto a su madre, Santa Mónica | Dominio PúblicoLa RazónDominio Público

El santoral es un calendario que contiene los nombres de los santos y las fechas en que se celebra su festividad. En la tradición católica, se celebra la vida y obra de los santos, quienes son considerados modelos de virtud y santidad a seguir. Además, el santoral es utilizado por muchas personas como guía para elegir el nombre de sus hijos o para recordar a sus santos patronos.

Este domingo 27 de agosto se celebra la onomástica de varios santos y beatos, incluyendo Santa Antusa mártir, San Cesáreo de Arlés, San David Lewis, San Gebhardo de Constancia, San Guarino de Sión, San Juan de Pavía, San Licerio de Couserans, San Narno de Bérgamo, San Poemeno de Tebaida, San Rufo de Capua, Beato Ángel Conti, Beato Carlos Renato Collas du Bignon, Beato Domingo de la Madre de Dios Barberi, Beato Fernando González Añón, Beato Francisco de Santa María y compañeros, Beato Juan Bautista Vernoy de Montjournal, Beata María del Pilar Izquierdo Albero, Beato Raimundo Martí Soriano, y Beato Rogerio Cadwalador. En LA RAZÓN queremos destacar la onomástica de Santa Mónica:

¿Quién fue Santa Mónica de Hipona?

Nacida en Tagaste en el año 331 ó 332 y es la patrona de las mujeres casadas, madres y viudas. Fue una mujer excepcional que se convirtió en un punto de referencia y símbolo para las mujeres y madres cristianas de todas las épocas. Santa Mónica era una mujer de etnia bereber, perteneciente a una familia acomodada y devota de la fe cristiana. Después de casarse según los deseos de la familia, tuvo tres hijos que crecieron en el fervor de su fe.

Su marido, un pagano, se convirtió al cristianismo debido a su fe ardiente e inquebrantable. Santa Mónica supo imprimir toda su vida terrena solamente en el cuidado de sus hijos, y de uno en particular: San Agustín de Hipona.

San Agustín fue uno de los más grandes hombres de fe de todos los tiempos. Filósofo y teólogo, obispo y doctor de la Iglesia. Aunque Santa Mónica nunca impidió que su hijo viviera su propia vida. Si bien es cierto que se posicionó en contra de algunas de las decisiones de su hijo, también supo dejarlo libre para elegir y cometer errores y aceptarlo a su regreso. Con gran alegría asistió a su bautismo la noche de Pascua del año 385.

El Papa Benedicto XVI dijo en Castelgandolfo refiriéndose a santa Mónica: “Vivió de manera ejemplar su misión de esposa y madre, ayudando a su marido Patricio a descubrir la belleza de la fe en Cristo y la fuerza del amor evangélico, capaz de vencer el mal con el bien… Como dirá después san Agustín, su madre lo engendró dos veces; la segunda requirió largos dolores espirituales, con oraciones y lágrimas, pero que al final culminaron con la alegría no sólo de verle abrazar la fe y recibir el bautismo, sino también de dedicarse enteramente al servicio de Cristo. Mónica murió en Ostia Tiberina, a las puertas de Roma, en el año 387.