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Un nuevo error del Gobierno: 8.000 tests rápidos defectuosos se llegaron a usar en Madrid

Fueron probados en los hospitales más afectados de la comunidad: La Paz, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal y 12 de Octubre

Un nuevo error. Un “lujo” que en plena pandemia del coronavirus no nos podemos permitir. Así es como se podría calificar lo sucedido con los test rápidos defectuosos fabricados por la empresa china Shenzhen Bioesay Biotechnology que, pese a no contar con la licencia de su país, fueron comprados por el Gobierno para tratar de evaluar a qué nos enfrentamos, léase, cuál es la dimensión de contagio real. Para ello, el Gobierno anunció que adquiriría 5,5 millones de test rápidos. A este fabricante, España compró 640.000 pruebas rápidas. De las que ha llegado una partida inicial de 9.000, según reconoció ayer Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, que aseguró que iban a “devolver los lotes” de los primeros test rápidos a todas luces ineficaces, ya que tienen una sensibilidad inferior al 30% en la detección del coronavirus. Es decir, solo detectarían un positivo en el 30% de los casos. Inservibles.

Sin embargo, dado que se estaba poniendo en tela de juicio el “made in” China, la Embajada del país asiático en España dejó claro vía Twitter que los 9.000 kits fueron adquiridos por España a una empresa que no cuenta con licencia: “Primero, la donaciones realizadas por el Gobierno de China y otras entidades como AlibabaGroup no incluyen productos suministrados por Shenzhen Bioesay Biotechnology”, que es la empresa fabricante de los test que en 10 o 15 minutos “detectan” los positivos en Covid-19. Segundo, que "la compra de materiales sanitarios anunciada por el Ministerio de Sanidad español está en curso y los materiales no han salido de China aún. El Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida. Y tercero, que la citada empresa china “no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”.

La reacción del Ministerio de Sanidad no se hizo esperar y aseguraron que “el Gobierno de España no adquirió estos test a China, sino a un proveedor nacional que los importaba de China y cuyo producto cuenta con el marcado CE”. Es decir, un producto “homologado por la UE”, pero cuyo fabricante no está siquiera homologado por su país: China.

Desde Sanidad hicieron hincapié en que el Instituto de Salud Carlos III se analizó la documentación aportada por la empresa: los estudios clínicos del fabricante chino. Y que también comprobaron que no existía ninguna alerta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre este producto.

Un producto que, como justificó Simón, se adquirió porque era la compañía que “inicialmente podía proveernos más rápido”. Los test defectuosos son en torno a 9.000, y fueron enviados a Madrid y a La Rioja. Así, “8.000 fueron probados en cuatro de los hospitales más afectados de Madrid: La Paz, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal y el 12 de Octubre”, según avanzaron fuentes de la Consejería de Sanidad de Madrid a este periódico.

En cuanto a las soluciones, Simón aseguró que “nos van a proveer de otros test rápidos y además se han conseguido otros proveedores, no solo de antígenos, también test serológicos”. Lo que sigue sin saberse es cuánto costaron los test rápidos defectuosos ni cuándo llegarán los nuevos lotes y de qué fabricantes, unas preguntas que ha hecho este periódico al Ministerio de Sanidad y a las que de momento no hemos obtenido respuesta. Un asunto grave, porque la OMS estima que la tasa de contagio del virus es de 1,4 a 2,5. Otras estimaciones elevan el rango a entre 2 y 3. Es decir, que cada infectado puede contagiar a entre 2 y 3 personas, por no hablar de los “supercontagiadores”.