Medicamentos

Los pacientes europeos piden a Illa que no deje de pagar un fármaco a 500.000 enfermos de artrosis

Denuncian que desfinanciar las Sysadoas, como pretende Sanidad, dejaría sin alternativa terapéutica segura a los afectados

La intención del Ministerio de Sanidad de dejar de financiar las llamadas Sysadoas y, especialmente, el sulfato de condroitina y su combinación con la glucosamina, el único grupo de medicamentos que consumen alrededor de 500.000 enfermos y que es el único capaz de producir alivio a la patología sin desencadenar los efectos que sí causan otras alternativas terapéuticas como los Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES), ha desatado el malestar en los pacientes españoles y europeos. Como ya informó este periódico, la Osteoarthritis Foundation International (OAFI) que preside el doctor Josep Vergés ya ha advertido del riesgo de esta desfinanciación y ha alertado de que con la decisión puede desencadenarse una bomba de relojería para la Salud Pública, porque dejaría un vacío terapéutico para numerosos enfermos de artrosis que, además, presentan otras patologías asociadas, a los que los AINES por sus contraindicaciones, “lo que conllevaría un grave empeoramiento de su calidad de vida” y, además, según asegura, “un mayor aumento del gasto sanitario”. Además de esta organización, también se han mostrado críticas la Coordinadora Nacional de Artritis (Conartritis), la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (Aecosar), la Alianza General de Pacientes y la Liga Reumatológica Galega (IRG). A ellos se les suman ahora numerosas organizaciones de enfermos europeos que colaboran en el llamado Grupo Internacional de los Pacientes con Artrosis. Entre ellas figuran la Asociación Italiana de las Personas con Enfermedades Reumatológicas y Raras (Italia), la Asociación Francesa por la Lucha contra los Reumatismos, la Liga Portuguesa contra las Enfermedades Reumáticas y ReumaNederland (Holanda). Según informa OAFI, dichas organizaciones consideran que “efectuar estos recortes sanitarios significaría atacar la calidad de vida de los pacientes con artrosis, y no se reduciría el gasto de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que se generarían más bajas laborales, se reduciría la productividad, y aumentaría el gasto en prótesis y el consumo de otros fármacos como los AINES y opioides con más efectos adversos”.

Según estas asociaciones extranjeras, “España ha sido un ejemplo en ofrecer este tratamiento a este colectivo tan vulnerable y queremos transmitir nuestra más profunda preocupación sobre esta situación y el hecho de que no se ofrezca una alternativa terapéutica a los pacientes de artrosis”. Las asociaciones de pacientes españolas y europeas piden que haya diálogo con los pacientes “y todos juntos podamos llegar a una solución”. En total, las citadas asociaciones representan a alrededor de 30 millones de pacientes”. Como ha informado este periódico, OAFI ha solicitado una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, A juicio de la fundación, la desfinanciación de estos productos revestiría especial gravedad en estos momentos, dado que las medidas de confinamiento y distanciamiento social han producido efectos negativos sobre la salud de estas personas relacionados con la inactividad física, el deterioro cognitivo y la demencia, fragilidad, soledad o afectación del estado emocional. Oafi recuerda que por razones de seguridad los enfermos no pueden tomar analgésicos, AINES y/o derivados de la morfina (opioides) de forma crónica a causa de sus efectos adversos. “La ausencia de un tratamiento seguro para estos pacientes conllevaría un grave empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes con artrosis y un mayor gasto sanitario”.