Cáncer

¿Qué es un glioblastoma, el tumor cerebral “inoperable” del músico Tom Parker?

El joven vocalista de la boy band “The Wanted” informó ayer desde sus redes sociales de que padece glioblastoma multiforme en grado IV, un diagnóstico que supone una supervivencia media de entre seis meses y dos años.

Imagen de un glioblastoma múltiple, el más común y maligno de los tumores cerebrales
Imagen de un glioblastoma múltiple, el más común y maligno de los tumores cerebraleslarazon

El glioblastoma multiforme o astrocitoma de grado 4 es el cáncer cerebral más común y más agresivo. Crece a mucha velocidad y es el que tiene menos opciones de tratamiento y peor pronóstico de todos los que se localizan en el cerebro. Las curaciones son escasísimas y casi ninguno de los intentos por mejorar el panorama durante los últimos 20 años ha cambiado sustancialmente esta realidad.

Este es el diagnóstico al que se enfrenta el vocalista del grupo The Wanted, Tom Parker, de 32 años, que ayer hizo público a través de sus redes sociales el difícil momento que el y su familia están pasando.

Aunque puede manifestarse a cualquier edad, esta neoplasia afecta principalmente a adultos, con un pico de incidencia entre los 45 y los 70 años. La juventud del cantante puede jugar en su favor a la hora de tratarle, ya que tener menos de 40 años es un factor de buen pronóstico.

No existe una causa conocida que explique la aparición de este tipo de tumor (menos del 5% tiene antecedentes familiares) y su incidencia es de de 3-4 casos por 100.000 habitantes por año.

Uno de los principales problemas en su abordaje clínico es que puede avanzar muy rápidamente antes de dar lugar a los primeros síntomas (cefalea, pérdida de fuerza, dificultad para hablar o déficit en el campo visual), por lo que, cuando se diagnostica, muchas veces es tarde para extirparlo por completo. Las declaraciones del cantante acerca de que el glioblastoma que padece es “inoperable” indican que, en su caso, se ha descartado la neurocirugía, una de las vías más efectivas para asegurar un buen pronóstico. Sin esa posibilidad, el tratamiento se reduce a sesiones de quimioterapia y radioterapia. La realidad es que, aun en los casos en los que se puede extirpar el tumor o gran parte de el, menos de 5 de cada 100 pacientes se mantienen indefinidamente libres de enfermedad. El resto recae, y casi todos dentro del primer año. Por ello, la supervivencia media de los pacientes con el diagnóstico de Parker, no supera los dos años.