Estudio

Logran estrechar la relación entre la demencia y la diabetes

Investigadores españoles arrojan luz sobre la relación entre diabetes y deterioro cognitivo

Sufrir diabetes duplica el riesgo de depresión y adelanta la aparición de demencias
Sufrir diabetes duplica el riesgo de depresión y adelanta la aparición de demenciasSandra R. PovedaSandra R. Poveda

La diabetes es una enfermedad muy común a la que no se le presta la atención que merece, lo que puede hacer mermar la salud de quien la padece. También su salud cognitiva, ya que existe una vinculación común entre la demencia y la retinopatía diabética, un factor clave para arrojar luz sobre los mecanismos del deterioro cognitivo relacionado con la diabetes, tal y como demuestra un estudio publicado en la revista «Trends in Endocrinology and Metabolism» y en el que han participado varios investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CiberDEM).

En 2021 hubo entre 6 y 7 millones de muertes a causa de la diabetes y sus complicaciones asociadas en todo el mundo. Además, los casos de personas con diabetes en España han aumentado en más de la mitad en los últimos diez años, hasta el punto de que nuestro país es el segundo de Europa con mayor número de pacientes con esta patología, según datos publicados en la 10º Edición del Atlas de la Diabetes.

La diabetes tipo 2 se asocia con múltiples comorbilidades, incluida la retinopatía diabética y el deterioro cognitivo, y estos pacientes tienen también un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. De hecho, se estima que sufrir diabetes duplica el riesgo de depresión y adelanta la aparición de demencias. «Comprender los aspectos coincidentes en estas patologías y el grado en que ocurren simultáneamente en el cerebro y la retina durante la diabetes proporcionará nuevas claves para identificar a los pacientes con diabetes tipo 2 en riesgo de deterioro cognitivo», señalan los autores de esta revisión, quienes hacen hincapié en que «el ojo como una ventana al cerebro es un concepto atractivo en este campo y los cambios retinianos mensurables en los pacientes con DM2 pueden reflejar una patología relacionada en el cerebro».

Los avances recientes han identificado una serie de mecanismos comunes en la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Alzheimer, que se centran en la unidad neurovascular. «Tanto la retinopatía diabética como la enfermedad de Alzheimer se caracterizan por una serie de mecanismos patológicos que se fusionan alrededor de la unidad neurovascular, que incluyen neuroinflamación y degeneración, degeneración vascular y activación glial», explican los investigadores.

Pero eso no es todo, ya que, tal y como añaden los investigadores, la hiperglucemia crónica y la resistencia a la insulina también desempeñan un papel importante, lo que lleva a la activación de mecanismos patológicos como el aumento del estrés oxidativo y la acumulación de productos finales de glicación avanzada. «La identificación de patologías comunes y mecanismos moleculares involucrados en la neurodegeneración retiniana y cerebral puede brindar nuevas oportunidades terapéuticas para prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la diabetes tipo 2 y los aspectos clave de la retinopatía diabética en etapa temprana», avanzan los investigadores.

¿Cómo frenar la diabetes?

Para contrarrestar la pandemia silenciosa que supone la diabetes resulta imprescindible poner en práctica una buena alimentación el ejercicio físico porque el 93% tiene alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco o una trombosis cerebral en un periodo de 10 años. Pero para que esto se produzca es fundamental controlar los niveles de azúcar en sangre y hay algunos trucos que resultan infalibles para lograr este objetivo. Por ejemplo, elegir bien los ingredientes que se toman, no sólo por el contenido de azúcar que aporten sino porque algunos incluso ayuda a bajar los niveles.

Algunos alimentos que tienen poco azúcar incluyen algunas frutas (arándanos, frambuesa, grosella, limón, melón, mora, pomelo, sandía, albaricoque, ciruela, fresa, fresón, granada, kiwi, manzana, mandarina, maracuyá, melocotón, naranja, nectarina, papaya, paraguaya, pera o piña, según recomienda la Fundación Española del Corazón), verduras (acelgas, alcachofas, apio, guisantes, berenjena, brócoli o brotes de soja, según la Fundación para la Diabetes), legumbres (garbanzos, alubias y lentejas) y productos integrales.