Pandemia

Mascarillas: que nadie cante todavía victoria

Los epidemiólogos ya vienen avisando de que el SARS-CoV-2 y sus variantes no son una simple gripe

España será, uno de los últimos países europeos en decretar la retirada de las mascarillas en interiores
España será, uno de los últimos países europeos en decretar la retirada de las mascarillas en interioresLorena SopênaEuropa Press

España va a dar a la vuelta de Semana Santa un paso más en la relajación de las restricciones eliminando la obligatoriedad de la mascarilla en los espacios interiores. La decisión gubernamental cuenta con el respaldo autonómico y se sustenta en la opinión favorable de los técnicos de la ponencia de Alertas, entre los que se encuentran algunos que están a las órdenes de Fernando Simón. A diferencia de lo sucedido en otras etapas de la pandemia, nadie puede reprocharle esta vez al Ejecutivo que no haya obrado con cautela. No ha dicho que España haya vencido al virus, como sí hizo Pedro Sánchez al final de la primera ola, ni ha presumido de permitir la vuelta de las sonrisas, como también hizo el pasado año, para luego recular por la embestida de Ómicron. España será, de hecho, uno de los últimos países europeos en decretar la retirada. Y lo hará tras constatar durante semanas una cierta estabilización en el número de casos y un descenso de las hospitalizaciones de infectados.

Desde este punto de vista, la actuación del departamento que dirige Carolina Darias resulta impecable. Sin embargo, no hay que cantar victoria. Ya se hizo en junio de 2020, o antes de la devastadora quinta ola, en el verano de 2021, que dejó un saldo de 6.180 fallecidos. Aunque la multiplicación de los contagios durante las navidades y el avance de la vacunación han disparado los niveles de inmunidad, el virus sigue ahí y las personas vulnerables son sus víctimas preferidas.

Lejos de cantar victoria, conviene mantener en alto la guardia. La OMS y los epidemiólogos ya vienen avisando de que el SARS-CoV-2 y sus variantes no son una simple gripe. La cautela debe seguir y el fin de las mascarillas ha de ponerse en cuarentena por si la historia vuelve a repetirse.