Opinión

Alerta por el virus de la viruela

El Gobierno, durante los últimos años, ha ignorado repetidamente las diversas iniciativas legislativas del Congreso de los Diputados, en el sentido de mejorar la capacidad de respuesta ante amenazas biológicas como la viruela, por ejemplo.

Sistemáticamente pasaron por alto proposiciones no de ley y mociones y las respuestas a las preguntas que se formularon al Ejecutivo son dignas de leerse en el Diario de Sesiones de la Cámara Baja.

Pero la amenaza sigue ahí; más aún cuando la invasión de Ucrania por parte de Rusia abre la Caja de Pandora. En esa locura rusa, podrían utilizar armas biológicas, como por ejemplo virus letales como el de la viruela. Este agente patógeno se transmite por el aire, de persona a persona o a través de la manipulación de objetos infectados.

Los analistas coinciden en destacar que si se produjese un brote de viruela como mínimo el 75% de la población sería susceptible de ser infectada. Y, en este contexto, hay que subrayar que las vacunas contra la viruela adquiridas por España a principios de este siglo ya están caducadas. Además, fueron fruto de una tecnología ya obsoleta con grandes efectos secundarios.

Francia, Alemania, Suiza y Dinamarca, además de Estados Unidos y Canadá, ya tienen en stock decenas de miles de vacunas de última generación para destinarlas no solo a los primeros anillos de seguridad (ejército, policía, médicos, enfermeros, etcétera), sino también a los responsables de instalaciones básicas para el funcionamiento del país, además de una parte importante de la población. Nosotros, desgraciadamente, todavía no tenemos acceso a estos preparados.