Salud

Estas son las señales a las que debemos prestar atención mientras practicamos deporte para evitar sufrir un infarto

Todas las edades pueden beneficiarse del ejercicio y sus riesgos son extremadamente pequeños. Sin embargo, pueden surgir problemas cardíacos durante un entrenamiento, por lo que es importante saber cómo detectarlos

Mujer con síntomas de infarto durante el ejercicio
Mujer con síntomas de infarto durante el ejercicioDreamstimeDreamstime

El ejercicio es seguro para la mayoría de las personas y se recomienda activamente. A corto plazo, puede mejorar nuestro estado de ánimo y los niveles de energía. A largo plazo, se ha demostrado que mejora los síntomas en las enfermedades crónicas, incluidas las del corazón. En general, se recomiendan 30 minutos de ejercicio moderado, por ejemplo una caminata rápida, natación o ciclismo, todos los días. Esto es válido para personas de todas las edades, ya que varios estudios han demostrado una reducción del riesgo cardíaco en personas de hasta 80 años que hacen ejercicio. Por lo tanto, personas de todas las edades pueden beneficiarse del ejercicio y sus riesgos son extremadamente pequeños. Pero, a veces, los problemas cardíacos pueden surgir durante un entrenamiento, por lo que es importante saber cómo detectarlos.

Es normal que la actividad física nos haga sentir fatigados, especialmente si no estamos acostumbrados. No obstante, existen una gran cantidad de beneficios fisiológicos, como mejoras en la función y la fuerza muscular o mejoras en la capacidad del cuerpo para absorber y usar oxígeno (capacidad aeróbica). A medida que mejora la capacidad de transportar y usar oxígeno, las actividades diarias regulares se pueden realizar con menos fatiga. Esto es particularmente importante para las personas con enfermedades cardiovasculares, cuya capacidad de ejercicio suele ser menor que la de las personas sanas.

Síntomas cardíacos durante el ejercicio

La mayoría de las patologías cardiovasculares pueden prevenirse a través del control de factores de riesgo relacionados con los estilos de vida como el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad o el sedentarismo
La mayoría de las patologías cardiovasculares pueden prevenirse a través del control de factores de riesgo relacionados con los estilos de vida como el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad o el sedentarismo DreamstimeDreamstime

Los riesgos del ejercicio son extremadamente pequeños. Sin embargo, se deben tomar precauciones si uno ha sufrido un ataque al corazón con anterioridad o tiene algún factor de riesgo para este tipo de enfermedades cardíacas. Se debe buscar atención médica urgentemente si hay signos de advertencia, ya que ignorarlos puede tener consecuencias graves.

Las señales de advertencia incluyen:

  • Molestias en el pecho.
  • Dificultad para respirar: una sensación inusual de dificultad para respirar, con o sin molestias en el pecho, puede ser precursora de un ataque al corazón.
  • Mareos o aturdimiento.
  • Anomalías del ritmo cardíaco, por ejemplo palpitaciones.
  • Molestias en otras áreas del cuerpo: experimentar dolor o presión en los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago pueden ser una manifestación de una enfermedad cardíaca.

Factores de riesgo según la edad

Mujeres realizando ejercicio físico
Mujeres realizando ejercicio físicolarazon©PHOTOGRAPHEE.EU - STOCK.ADOBE.C

En personas jóvenes (menores de 40 años), las causas comunes de este tipo de síntomas están relacionadas con anomalías estructurales en el corazón. En edades más avanzadas, y especialmente en presencia de factores de riesgo, es más probable que la enfermedad de las arterias coronarias, debida al colesterol, sea la causa de los síntomas relacionados con el ejercicio. Estas causas se pueden descartar mediante una serie de pruebas que incluyen un electrocardiograma, una prueba de ejercicio en cinta rodante y un ecocardiograma.

Si los síntomas se atribuyen a una causa cardíaca, el médico puede controlar la afección con tratamientos y aconsejar sobre los umbrales de capacidad de ejercicio. Las personas con antecedentes de enfermedades cardíacas o con múltiples factores de riesgo deben consultar a su cardiólogo antes de comenzar cualquier programa de entrenamiento físico intenso, recomendándose programas supervisados de rehabilitación cardíaca, que mejoran la recuperación a largo plazo y reducen el riesgo de recaída.