Seguimiento
Cuidar del paciente tras el alta en urgencias
Quirónsalud Córdoba pone en marcha un sistema de seguimiento telefónico para personas vulnerables
Acudir a urgencias y tener que volver en menos de 24 horas por un dolor agudo o por una complicación o duda derivada de una intervención quirúrgica es más frecuente de lo que uno a priori puede pensar. Y es que los cuidados no deberían terminar en todos los casos tras el alta en urgencias. Con esta idea en mente, el Hospital Quirónsalud Córdoba ha puesto en marcha un sistema de seguimiento telefónico de pacientes vulnerables durante los primeros días tras el alta de los cuidados realizados en el hospital.
Este sistema viene a completar el servicio de atención personalizada de urgencias y lo realizan las enfermeras que han sido referentes de los pacientes que cumplen los criterios de telecontinuidad. «La llamada telefónica será realizada por la enfermera referente o la enfermera que reciba su relevo dentro de las siete horas posteriores al alta en horario de 8 a 22 horas. En función de cada caso, la llamada podrá ser repetida posteriormente, normalmente cada 24 horas», explica Raúl Pérez, coordinador de enfermería del servicio de urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba.
En caso de no poder solucionar el problema por vía telefónica y mediante un cuestionario estructurado y digitalizado, «se derivará el caso al profesional correspondiente o se facilitarán las citas correspondientes con el especialista. Si la enfermera considera que la solución debe ser urgente, derivará al paciente al servicio de urgencias», hace hincapié el sanitario.
¿Quién puede recibir esta llamada de seguimiento? Los criterios de inclusión dependerán, según el experto, del grado de dependencia del paciente, la complejidad de su patología, las necesidades alteradas tras haber recibido el alta, el conocimiento sobre su proceso y la capacidad de comprensión que tiene el paciente tras emitir las recomendaciones en su domicilio.
Quién puede pedirlo
«Atendiendo a estos criterios, los pacientes susceptibles de este seguimiento telefónico son aquellos con un afrontamiento inefectivo derivado de un diagnóstico reciente que produce un importante impacto emocional en el paciente y/o familia; con reingresos frecuentes y en los que no existe un cuidador principal, y pacientes con deterioro cognitivo leve que dificulta la capacidad de conocimiento sobre su proceso. A ellos hay que sumar aquellos pacientes con un nivel de dolor elevado con una puntuación mayor a 7 en la escala de valor analógica en el momento del ingreso en urgencias; pacientes con motivos de consultas derivados del retraso de atención por especialista o de intervención quirúrgica; ingresados en los box de observación con un tiempo superior a cuatro horas y pacientes en situación de cuidados paliativos», detalla el coordinador de enfermería del servicio de urgencias.
De momento, este servicio de reciente implantación está suponiendo, según Pérez «un gran beneficio para los pacientes y familiares, ya que nos permite garantizar que reciban los servicios sanitarios que precisan mediante una atención accesible, continuada, eficiente, segura, integrada y humanizada».
El sanitario destaca que así «se previene y se puede intervenir precozmente ante los problemas de salud relacionados con el alta tras la hospitalización» como por ejemplo saber si se producen efectos secundarios de la medicación prescrita o si se están siguiendo realmente las recomendaciones realizadas al alta por el equipo médico y de enfermería.
A su vez, este sistema de seguimiento telefónico permite «dar respuesta más ágil a las dudas que puedan surgir tras el alta», añade el coordinador. Todo ello con un objetivo: garantizar que el proceso de cuidados de enfermería que comenzó en el servicio de urgencias prosiga tras el alta en beneficio del paciente.
El perfil más común: varón mayor de 65 años
►Desde su puesta en marcha el pasado mes de agosto, ya se han beneficiado más de 60 pacientes de este programa de continuidad asistencial. «El perfil más común ha sido el de pacientes varones mayores de 65 años con múltiples patologías crónicas y elevado consumo de fármacos, sin cuidador principal y con dificultad para comprender las recomendaciones al alta», detalla el coordinador de enfermería del servicio de urgencias del citado hospital. El 90% de los pacientes atendidos notó mejoría tras el alta y en el 85% de los casos habían desaparecido los síntomas por los que el paciente acudió a urgencias.
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