
Alimentación
El alimento común que puede mejorar la salud del corazón sin cambiar tu estilo de vida
Rico en micronutrientes y compuestos bioactivos, ayuda a reducir los niveles de triglicéridos cuando se consume de forma habitual

Durante años, el mensaje ha sido siempre el mismo: para cuidar el corazón hay que hacer más ejercicio, perder peso, dejar de fumar y cambiar la dieta. Sin embargo, un nuevo estudio científico apunta a que tal vez no haga falta una revolución completa en el estilo de vida para empezar a ver pequeñas mejoras en la salud cardiovascular. Bastaría, en algunos casos, con dar más protagonismo en el plato a un alimento tan común como las setas.
Un grupo de investigadores ha revisado la evidencia disponible sobre el consumo de setas en personas y su relación con distintos marcadores de riesgo cardiometabólico y de respuesta inmunitaria. No se trata de un único experimento, sino de una revisión de 22 estudios en humanos ya publicados, en los que se midieron parámetros como los triglicéridos, la glucosa en sangre, la tensión arterial, determinados indicadores de inflamación y un tipo de anticuerpo conocido como inmunoglobulina A.
Su perfil nutricional es peculiar: aportan pocas calorías, prácticamente nada de grasa saturada, cantidades discretas de sal y, en cambio, son ricas en micronutrientes y compuestos bioactivos. Trabajos previos ya habían demostrado que introducirlas con regularidad en la dieta incrementa la ingesta de vitaminas y minerales sin disparar el aporte energético diario.
Con ese punto de partida, los autores de la revisión quisieron averiguar si ese alimento tan cotidiano podía traducirse en mejoras medibles en la salud del corazón y del metabolismo. En buena parte de los ensayos analizados, a los participantes se les pidió simplemente que añadieran cierta cantidad de setas a su alimentación habitual, sin imponer grandes cambios en el resto de su rutina.
El resultado más repetido fue una disminución de los triglicéridos cuando las setas se incorporaban de forma regular al menú. Los triglicéridos son un tipo de grasa que circula en la sangre y funciona como reserva de energía. Tenerlos en cierto rango es normal, pero niveles elevados se han relacionado con un mayor riesgo de infarto, ictus y problemas como la pancreatitis.
No es un alimento milagroso
En cambio, el efecto sobre otras fracciones de grasa en sangre fue más discreto. La mayoría de los estudios no halló cambios relevantes en el colesterol total ni en el colesterol LDL, el llamado 'malo', cuando se añadían setas a la dieta sin modificar muchos más factores. Es decir, las setas parecen tener cierto margen de maniobra con los triglicéridos, pero no se comportan como una pastilla milagrosa capaz de barrer el colesterol por sí sola.
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