Salud
¿Babear la almohada puede ser peligroso? Estas son algunas de las posibles causas
El babeo en la almohada puede ser la señal de un buen descanso. Sin embargo, si el babeo se vuelve demasiado frecuente o excesivo, podría indicar un problema subyacente
Cuando entramos en la fase de sueño REM, experimentamos una completa desconexión y relajación de los músculos, lo que resulta en movimientos involuntarios limitados, como la respiración. También es frecuente que este estado de relajación ocasione que la saliva acumulada en la boca se derrame sobre la almohada sin que podamos evitarlo.
Aunque esto pueda parecer desagradable para algunas personas, generalmente no representa un problema grave. De hecho, suele ser una buena señal, porque eso significa que hemos pasado por todas las fases del sueño y hemos descansado correctamente. Ahora bien, si deseas evitarlo, puedes intentar cambiar tu posición al dormir y optar por acostarte boca arriba con la cabeza elevada, lo que ayudará a prevenir el derrame de saliva. También puedes probar a realizar gárgaras con agua salada antes de acostarte.
Sin embargo, cuando el babeo se vuelve frecuente y excesivo, podemos considerar la posibilidad de que haya algún otro problema subyacente de mayor magnitud. A continuación, se presentan algunas de las posibles causas del babeo excesivo:
Sialorrea
La sialorrea se refiere a la producción excesiva de saliva. Este problema puede ser causado tanto por un aumento en la producción de saliva como por dificultades para tragar la saliva generada. El exceso de producción de saliva puede estar relacionado con afecciones en la mucosa o factores psicógenos.
Además, algunos medicamentos, como los antipsicóticos o aquellos recetados para el tratamiento del Alzheimer, pueden tener como efecto secundario el aumento de la producción de saliva. Si deseas confirmar que el exceso de babeo está relacionado con la medicación, te recomendamos consultar el prospecto del medicamento.
Por otro lado, la dificultad para tragar saliva puede estar relacionada con enfermedades neurológicas en las que el paciente no es consciente de la hipersalivación. Esto es común en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Parkinson, parálisis cerebral, entre otras enfermedades.
Reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico es un trastorno en el cual el ácido del estómago fluye hacia el esófago, el conducto que conecta la boca con el estómago, causando irritación en dicho conducto. Ante esta situación, el cuerpo tiene la capacidad de responder aumentando la producción de saliva como un mecanismo de defensa.
Afortunadamente, existen diversas formas de controlar este trastorno de manera efectiva. Los cambios en el estilo de vida y la dieta pueden tener un impacto significativo en la reducción de los síntomas. Por ejemplo, evitar alimentos picantes, grasos o ácidos, así como comer comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas, puede ayudar a disminuir la aparición de los episodios de reflujo.
Además, existen medicamentos disponibles sin necesidad de receta médica que pueden aliviar los síntomas del reflujo gastroesofágico. Estos medicamentos, como los antiácidos o los bloqueadores de los receptores de histamina, pueden reducir la producción de ácido en el estómago y aliviar la irritación del esófago.
En casos más graves, cuando los síntomas persisten a pesar de los cambios en el estilo de vida y el uso de medicamentos, puede ser necesario recurrir a la cirugía. La cirugía para el reflujo gastroesofágico consiste en fortalecer el esfínter esofágico inferior para prevenir el flujo de ácido hacia el esófago.
Tendencia a respirar por la boca
Es posible que un virus estacional o una alergia obstruyan nuestra nariz, lo cual puede llevar a una mayor respiración por la boca y, por lo tanto, a la necesidad de una mejor lubricación para nuestro cuerpo. Este es un caso particular al que no debemos darle más importancia de la que tiene la propia alergia o infección. Sin embargo, existen otras causas que pueden explicar esta tendencia a respirar más por la boca que por la nariz, como una malformación craneal, un tabique nasal desviado o el bruxismo (rechinar de dientes durante el sueño).
También es común que las personas afectadas por la apnea obstructiva del sueño (un trastorno respiratorio en el cual la respiración se detiene momentáneamente durante el sueño) respiren más por la boca, lo que aumenta la probabilidad de babear durante la noche.
✕
Accede a tu cuenta para comentar